Después del éxito de “White Rabbit Red Rabbit” Nassim Soleimanpour nos propone un nuevo juego teatral con Blank. Se trata de una comedia participativa que se podrá ver en la Sala Muntaner de Barcelona a partir del próximo 20 de septiembre. Una producción de Hause & Richman y la sala, en asociación con Aurora Nova.
Las reglas del juego son sencillas: hay que ir a ver White Rabbit Red Rabbit sin haber leído ni averiguado absolutamente nada sobre la representación. Ni el público ni quien la represente. En este caso, la valiente es Àngels Barceló, que abre el sobre con el guion que deberá leer en voz alta por primera vez frente al público de la sala Barts.
Penúltima función de White Rabbit Red Rabbit. Un gran experimento teatral que se da cita en el Barts, y donde cada lunes un invitado se lanza al vacío interpretando a ciegas el fantástico texto del autor Nassim Soleimanpour. La originalidad de esta obra recae en la improvisación del artista invitado, ya que, junto con el público inician un viaje hacia lo desconocido: el mensaje del autor.
Todavía queda alguna sorpresa antes de cerrar la temporada de White Rabbit Red Rabbit. Sílvia Abril y Àngels Barceló ofrecerán las dos últimas funciones en la Sala Barts y Andreu Buenafuente nos sorprende con una función extra que tendrá lugar en el marco del Singlot Festival.
Berto Romero mostraba un rasgo poco característico el pasado lunes por la noche en el escenario de la Sala Barts: el nerviosismo. Berto tenía derecho a sentirlo, ya que acababa de recibir el guión de White Rabbit Red Rabbit, una obra experimental en solitario que nunca había leído antes y acerca de la cual supuestamente no sabía nada.
Nueva oportunidad para participar de este insólito experimento teatral que se da cita los lunes en el Barts. En esta ocasión, ha sido Bruno Oro el que ha asumido el reto de convertirse en la voz de Nassim Soleimanpour, inventor de la propuesta. White Rabbit Red Rabbit es un encuentro escénico en el que el público es un elemento clave para perpetuar la naturaleza del mismo.
Soleimanpour no puede salir de su Irán nativo, pues es objetor de conciencia al rehusar de hacer el servicio militar, obligatorio en aquel país. Impedido entonces para viajar, el dramaturgo ha convertido su aislamiento en su mayor ventaja, mediante el desarrollo de una obra que no requiere de director, ni escena y puede ser adaptada a cada actor o actriz en cada performance.
Lo que alborota a la gente ante un secreto es el hecho de que sea secreto, no la información que pueda disponer o transmitir dicho secreto. El ser ese alguien especial que consigue desentrañar o descubrir algo que no está al alcance de todo el mundo, de poseer lo prohibido, es lo que da valor al secreto y no el secreto en sí, que no deja de ser un macguffin cualquiera.
No hay mucho que se deba decir de White Rabbit Red Rabbit si uno no quiere hacerle ‘spoiler’ a quien aún no ha ido. Las claves son pocas: un espectáculo misterioso, del que nadie sabe nada, en especial el actor. No puede buscar información. No puede leer el guión. No hay ensayos. Solo se compromete a que, si acepta participar, tiene que llegar hasta el final.
No encontraréis nada sobre el texto. No encontraréis nada sobre lo que sucede en escena. Ni siquiera el actor sabe que va a suceder. El público llega, el telón se levanta y la magia comienza.