Oriol Broggi da una vuelta de tuerca al teatro y traslada el escenario habitual de La Perla 29, en la Biblioteca de Catalunya, a la sala del Cinema Aribau de Barcelona. Resucita, una vez más, a Hamlet, príncipe de Dinamarca, creando Hamlet Aribau, para volver a enseñarnos la famosa tragedia de Shakespeare desde otro lugar.
Se me antoja cada vez más necesario, temporada tras temporada, el teatro que realiza Oriol Broggi desde su compañía La Perla 29 y que casi siempre presenta en la Biblioteca de Catalunya de Barcelona. Ahora ha estrenado Només la fi del món del autor Jean-Luc Lagarce, apenas conocido e interpretado en la ciudad.
Tras el éxito de Sopa de pollastre amb ordi, Ferran Utzet vuelve a la carga con Un, ningú i cent mil, una nueva producción de La Perla 29 en el Teatre de la Biblioteca de Catalunya. Una versión, con la traducción de Marina Laboreo como base, de la última obra que escribió Luigi Pirandello en 1925 y que trata sobre la propia identidad.
Oriol Broggi abandona por un tiempo la arena del suelo de la Biblioteca de Catalunya para trasladarse a una China alojada en la Sala Gran del Teatre Nacional de Catalunya con La bona persona de Sezuan de Bertolt Brecht.
Ofici de Tenebres en programación en la Sala Beckett de Barcelona, plantea importantes dilemas morales en una obra de medio formato que ha escrito el dramaturgo y periodista Joan Rusiñol y que orquesta Joan Anguera.
La sensación, la primera vez que ves en teatro un texto de Wajdi Mouawad, es explicable. Pero entonces, posiblemente, tendría que escribir una crítica de varias páginas. Así que voy a intentar condensar al máximo esas sensaciones en un largo razonable.