Los dioses griegos, estéticamente actualizados pero eternamente inamovibles: eso es lo que nos presenta, en el Teatre Lliure de Barcelona, la obra L’última f**king nit (o la festa de Zeus i Hera) de Marc Artigau, una tira y afloja entre lo divino y lo humano que deja claro lo mucho de cada uno que hay en el otro y lo moderna que puede ser, en realidad, la mitología.
La obra de Martin Crimp está rodeada de polémica, envuelta en una iconografía nebulosa, una temática obsesiva y una fragmentación del discurso que huye de la asignación de roles, a veces metafóricamente y otras, como en Attempts on her Life, de forma literal. Estos días, el TNC de Barcelona ofrece una de sus obras más recientes, Quan ens haguem torturat prou.