¿Estamos capacitados para seguir cualquier intuición que nos lleve a realizar un cambio radical en nuestra vida? ¿Vale realmente la pena plantearse desafíos extremos a costa de la pérdida de cosas que valoramos? ¿Qué es mejor? ¿Pasarnos la vida lamentándonos de que vivimos encasillados o dejarnos llevar sin rumbo y ceder a una vida de placer y diversión?
Estas son las preguntas que plantea QUAN ACABI LA NIT, el nuevo proyecto de teatro del Col.lectiu La Santa («La infanta terrible y su séquito real», «Historia de mi huida») y que está en el cártel del Baixos 22 del Tantarantana de Barcelona.
Es cierto que estos son temas cotidianos y comunes a todos los mortales. Todos pasamos por hacernos este tipo de preguntas y valoramos qué rumbo darle a nuestra vida. Pero es curioso que esa cotidianidad no impida que el público se remueva por dentro cuando se siente identificado con los planteamientos de algunas escenas.
En esta ocasión Arántzazu Ruiz, Adrià Olay y Jordi Sanosa representan a 9 personajes distintos en 3 historias y con un hilo común: ¿cómo conseguir que tu vida valga la pena? Una joven que abandona todo lo que envuelve su vida actual (trabajo, casa, familia y mascota) para empezar una vida nueva en la otra parte del mundo. Tres jóvenes de after que no quieren que la fiesta acabe y la alargan planteándose lo que harían con su vida y que posiblemente nunca harán. Y, finalmente, un joven que ha decidido encontrarse a sí mismo cruzando de punta a punta la helada y blanca Antártida y así conseguir un reto que nadie antes había conseguido.
Con estas historias, QUAN ACABI LA NIT nos presenta un gran abánico de estados por los que pasamos a lo largo de nuestra vida y nos obliga a preguntarnos una y otra vez qué debemos hacer con nuestra vida, qué es lo que nos impide ir hacia el lugar que queremos y si, dentro de nuestra zona de comfort, es necesario ese renovar en nuestra vida. Al final, elegir conlleva pérdida y no en todos los casos hay una elección que sea la correcta.
A pesar de la profundidad que se esconde tras el texto su escritora, la joven Laura Mihon junto a Àurea Márquez, la directora, lo salpican de momentos cómicos, atemperando así el argumento y recordándonos que, al final, estamos en el teatro.
La puesta en escena es bien sencilla, pero más que suficiente para recrear 3 escenarios: la Antártida, una casa y un aeropuerto. Sin embargo, el montaje de vídeo y la música, de carácter melancólico y profundo, que acompañan a algunas escenas son los regalos que elevan el escenario al lugar donde estas historias nos quieren llevar.
En el día de estreno, y desde la primera fila de la platea, quizá se pudieran percibir algunos nervios propios del momento, sobretodo en el arranque. Pero también quedó evidente que los actores habían puesto toda la carne en el asador para que este proyecto transmita lo que debe transmitir.
Una vez metidos dentro del universo de QUAN ACABI LA NIT (cosa que no tardaron nada en conseguir), simplemente se dejaron llevar por sus personajes y por la magia del teatro que nos regalaban. Hay que tener en cuenta la dificultad que supone interpretar a tres personajes (o sea, carácter y vestuario) a lo largo de una función de noventa minutos. En este caso, quiero resaltar el trabajo de Adrià para cambiar de uno a otro y a sus diferentes personalidades en tan solo cuestión de segundos. Pero tanto Jordi como Arantzazu, hicieron su parte también y pasaron la prueba con un excelente, esta última, brillante siempre que interpreta los papeles con matices más dramáticos.
Es para mi un privilegio haber arrancado la nueva temporada de En Platea con esta pequeña (gran) joya que nos regala La Santa en formato medio y a los que les deseamos todo el éxito posible durante estas semanas. Dénse un paseo por el Raval y acérquense hasta el Tantarántana a compartir momentos de reflexión y gotas de sonrisas con QUAN ACABI LA NIT.
Crítica realizada por Diana Limones
