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01.09.2016 Entrevistas  
«Una convención teatral que el espectador acepta con naturalidad»

SHAKING SHAKESPEARE, el espectáculo musical de Moises Maicas en El Maldà, vuelve por una semana al céntrico teatro Barcelonés. Tras el gran éxito obtenido en esta, ya casi pasada temporada, el musical ha querido despedir el verano en casa. Nuestro director, Norman Marsà, habla con Moises Maicas para que nos explique un poco más del montaje.

Llega el verano y aparece un clásico: Shakespeare. Pero el vuestro es diferente. Explícanos en qué consiste (a grandes rasgos)

SHAKING SHAKESPEARE es un espectáculo musical basado en composiciones inspiradas en obras y textos del autor, des de la época elisabetiana hasta nuestros días. Es un espectáculo irreverente, irónico, que se acerca al público con un cierto aire de provocación y busca su complicidad. A su vez, es un montaje exigente con la voluntad de ofrecer un nivel musical muy cuidado, perfeccionista, y con la participación de profesionales con una trayectoria contrastada.

SHAKING SHAKESPEARE anhela seducir el oído y el espíritu del espectador y ofrecerle una nueva perspectiva de diferentes textos del autor. Se trata de una iniciativa escénica que integra diferentes géneros musicales, desde el madrigal renacentista hasta el musical contemporáneo de Broadway.

La obra fue todo un éxito en navidades, tuvo una reposición el mes de junio y ahora volvéis a El Maldà. ¿Cómo surgió el proyecto?

Todo juega en un musical de creación y SHAKING SHAKESPEARE es un artefacto lúdico, una cajita de sorpresas… Se propone divertir y emocionar con una concepción musical selecta, vibrante y unos intérpretes con una voces deliciosas. El espectáculo debe su éxito a la participación de unos magníficos profesionales, que en todo momento han mostrado una gran complicidad musical y escénica con la propuesta.

El tenor Josep Fadó me contó su idea de crear un montaje a partir de algunas arias de Shakespeare que el había cantando en diversas ocasiones y me invitó a escucharlas en una sesión memorable con su pianista. El tenor me dijo que le gustaría cantar explorar un territorio más íntimo y próximo al espectador, susurrar al oído del público arias como “Giulietta son io” (Giulietta e Romeo, de Riccardo Zandonai), “Ah la paterna mano” (Macbeth, de Giuseppe Verdi) o “Dio mi potevi scagliar” (Otello, de Giuseppe Verdi). SHAKING SHAKESPEARE nace de la propuesta de Josep Fadó y de ese encuentro. Empezamos a trabajar juntos y fuimos desarrollando la idea, para darle un formato teatral.

Pero en la obra pasáis por varios estilos musicales. ¿Por cuáles? 

Ciertamente, los textos de Shakespeare no solo han inspirado operas. Los sonetos del autor, algunos fragmentos de sus obras y títulos como “La fierecilla domada”, “Hamlet”, “Romeo y Julieta” o “El sueño de una noche de verano”, por citar algunas, han sido objeto de adaptaciones musicales que van del madrigal al musical de Broadway.

Con la ayuda inestimable de la directora musical Sheila Garcia y la incorporación al proyecto del pianista Paul Parera, de los intérpretes del cuarteto vocal de barbershop The Hanfris (Juan Bertrand, Jordi Forcadell, Gener Salicrú y Adrià Sivilla), y de las tres actrices y cantantes de Sing Song Sisters (Núria Cuyàs, Laura Pau y Lluna Pindado -además de covers vinculadas al grupo como Laura Aubert, Paula Arbós o Maria Cirici-), contamos con una versatilidad vocal que nos permite viajar por distintas épocas y géneros musicales, con el denominador común de las palabras de El Bardo, figura que recreamos en escena como un escritor melómano que busca la inspiración para sus creaciones en el ritmo musical de las palabras.

En SHAKING SHAKESPEARE, nos presentáis un Shakespeare muy diferente, cantado. Lo suyo eran los textos. Además el autor está en escena…

Sí, se trata de una convención teatral que los espectadores aceptan con gran naturalidad y que, a la vez, sorprende. Es pura ficción y juego: el propio Shakespeare, interpretado por Bernat Cot o por Maria Cirici (que se incorpora en el rol en esta nueva reposición), es el conductor del espectáculo: un maestro de ceremonias que establece una relación próxima entre los espectadores y lo que sucede en escena. El actor que interpreta a Shakespeare se transforma a su vez en algunos de sus propios personajes. Esto nos permite una gran flexibilidad escénica y es el mecanismo teatral que facilita que el espectáculo evolucione a través de épocas y estilos musicales distintos.

La obra no corresponde a ningún libro de Shakespeare. Entiendo que es una recopilación de escenas o fragmentos. ¿Qué podremos ver? ¿Qué le sonará al espectador?

Shakespeare y su obra han ejercido una influencia notable en diferentes épocas y estilos musicales. Todas las arias, partituras musicales o canciones que el espectador oirá están inspiradas en textos del autor: unas veces son adaptaciones de escenas del dramaturgo, otras veces son fragmentos de sus obras e incluso hay partituras inspiradas en sonetos… Todo nace de la influencia que ha proyectado el legado del autor en la historia de la música y de la lectura rítmica y musical con que cada época o estilo han adaptado musicalmente sus textos, personajes o tramas.

También están los textos del actor que interpreta a Shakespeare. Aquí la dramaturga Anna Soler Horta ha seleccionado y adaptado diferentes fragmentos de obras de Shakespeare que hablan o se refieren a la música. En las obras y en los sonetos de Shakespeare hay numerosos pasajes que citan la música, sin duda una de las fuentes de inspiración del autor. En Shakespeare la palabra se convierte en música para los oídos.

¿El Maldà es vuestra última parada o es un pequeño alto en el camino para seguir con la gira?

El espectáculo es una producción de El Maldà y lo distribuye Sente Fontestad, manager de The Hanfris, el cuarteto vocal de barbershop que participa en el montaje. Ellos están montando la gira y ya hay actuaciones concretadas. La respuesta del público es cálida y entusiasta en cada representación. Tengo la impresión que SHAKING SHAKESPEARE puede retomarse en cualquier momento, es cuestión de compaginar calendarios… Este musical funciona así y seguirá vivo siempre que los diez intérpretes que salen al escenario quieran retomarlo.

¿Cómo habéis elegido qué estilo musical tiene cada parte de la historia? ¿Habéis empezado desde lo más clásico a lo más Broadway o entremezcláis estilos?

Durante el proceso de los ensayos con la directora musical Sheila Garcia, descubrimos que lo más interesante era que el oído del espectador pudiera percibir como evolucionaban las composiciones musicales inspiradas en textos de Shakespeare desde la música clásica renacentista hasta el musical contemporáneo al estilo Broadway. Nos hemos tomado algunas licencias que funcionan bien en el espectáculo. En ningún caso se trata de una actitud academicista, sino de pensar en el espectador, en los recursos vocales de los interpretes y en una recepción armónica y sensible a los matices vocales del espectáculo. De esta manera son los propios espectadores que descubren, con una admiración similar a la nuestra durante el proceso de creación, como se desarrolla y progresa en cada época la sensibilidad musical que emana de los textos shakesperianos. Se trata de dejarse llevar por la sonoridad de las canciones y los textos y apreciar la variación tímbrica y rítmica con que las composiciones inspiradas en Shakespeare han musicado sus textos.

Entiendo que la idea era hacer un «Shake!» a Shakespeare, un olvidarnos de la prosa para centrarlo en una forma diferente e inesperada de verlo; en base a canciones. ¿Qué os han dicho los más puristas del Shakespeare textual?

En general el público, desde el conocedor de la obra de Shakespeare hasta el espectador que compra una entrada por curiosidad o porqué le han recomendado el espectáculo, pasando por los aficionados a la ópera o la crítica especializada musical o teatral, se han mostrado correspondidos e incluso entusiastas con la propuesta.

Es evidente que ha gustado a la gran mayoría de los espectadores. A partir de aquí hay comentarios de todo tipo sobre la idea que un Shakespeare caleidoscópico e inventado sea el conductor del musical, sobre si predomina la parte musical sobre las réplicas del propio autor que configuran el texto del personaje, sobre la presencia escénica y las escenas más brillantes del cuarteto vocal, el tenor lírico o del trio de actrices de musical, sobre la idea de mezclar un repertorio lírico con música antigua y temas de teatro musical… En todo caso se ha valorado la pulcritud vocal de los interpretes y su generosa entrega para divertir y emocionar al público.

Tras el éxito de SHAKING SHAKESPEARE supongo que ya tendrás pensado cuál será tu próximo movimiento. ¿Qué tienes en mente para un futuro próximo?

Estoy trabajando en dos proyecto muy distintos a SHAKING SHAKESPEARE. Un comedia ácida del autor alemán Roland Schimmelpfennig titulada ‘Peggy Pickit’, que se estrenará el El Maldà la próxima temporada, y un musical familiar inspirado en un cuento mandinga que se titula ‘Pell de llarinté, cua de tiré’ que se estrenará el próximo mes de octubre.

Entrevista realizada por Norman Marsà

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