Siempre es una pena que alguien del talento de Montserrat Carulla, una de las grandes damas del teatro y la televisión catalana, se despida de las tablas y deje de amenizar las veladas de los espectadores que se sientan en su butaca esperando uno de sus personajes tan entrañables como los que suele interpretar.
Para su última actuación, antes del merecido retiro, ha escogido una obra por la que siente una gran apego emocional; escrita por su hijo y compartiendo escenario con su nieto. La Carulla se nos va acompañada, pero acompañada de los suyos.
IAIA! es una comedia que sigue la senda marcada por el mundo del vodevil. Diálogos rápidos, chistes fáciles y réplicas y contrarréplicas cada cual más enrevesada. Así es la vida del personaje principal, Josep (Aleix Peña). Se mete en un lío tras otro porqué es incapaz de ganar una batalla dialéctica tanto con su abuela (Montserrat Carulla) como con su nueva conquista (Vicky Luengo).
La obra comienza con los personajes de Aleix y Vicky intentado mantener relaciones sexuales en su casa hasta que son interrumpidos por la abuela; dueña de la casa en cuestión. A partir de ese momento Aleix, protagonista indiscutible, intenta salir de los atolladeros en los que se encuentra con mentiras o verdades que las demás creen ser mentiras. Ese es el quid de la obra, él tiene que decir lo que las mujeres quieren escuchar pero, típico de las comedias de enredo, cuando lo hace ellas ya quieren otra cosa bien distinta. Conclusión, las mujeres no saben lo que quieren y él se vuelve loco por ello. No quiere irse de casa de su abuela pero quiere libertad; no quiere ser novio de Vicky pero luego le dice que le quiere… y un largo etcétera. Vamos, que el pobre vive en un lío permanente consigo mismo y con los que le rodean.
Vicky Luengo, en su rol de amiga/novia/rollodeunanoche, muestra un personaje bipolar (a veces histriónico) que puede ser odiado o amado a partes iguales. Sus discusiones con el personaje de Aleix se acercan mucho a las “matrimoniadas” típicas de las parejas que llevan mucho tiempo juntas, y eso que se acaban de conocer.
Montserrat Carulla interpreta de la mejor manera posible un papel que se conoce al dedillo y que es el que mejor le sienta. La IAIA, no quiere desprenderse de su nieto tan fácilmente y no lo va a permitir sin luchar. No le gusta la “pija mosqueta morta” (como ella le nombra) y cree que la va a engañar.
En la obra, podemos encontrar también varios momentos dramáticos los cuales mejor no explicar para no eliminar el factor sorpresa de la obra, aunque hay que reconocer que son de menor calado y calidad literaria que los humorísticos.
En definitiva, la gran Carulla se despide con una obra menor pero por la que siente especial cariño. Después de todo lo que ha dado tiene el derecho a elegir lo que le dé la gana.
Tras la representación la actriz recibió un sentido (y discretísimo) homenaje por parte de los presentes. Es una lástima que no hubiera un lleno hasta la bandera en un día tan especial como el que aconteció el pasado viernes. Lo que si se veía en la platea eran rostros conocidos tanto de la sociedad como de la cultura o la política catalanas.
Tras escuchar unas bonitas palabras de Roger Peña i Carulla, hijo, escritor y director de la obra, y recibir un gran ramo de flores, la Carulla agarró el micrófono y se dirigió a todos los presentes en un discurso político hablando de independència i llibertat. Finalmente la que se despidió de todos era la Montserrat Carulla persona y no la actriz. Personalmente, eche en falta otro tipo de despedida independientemente de los colores con los que no calcemos cada uno. Esperé un agradecimiento a lo que la interpretación le ha dado y lo que ha dado ella al teatro.
Pese a todo, desde EnPlatea le queremos dar nuestro más sentido homenaje. Un aplauso. O dos.
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Crítica y fotografías realizadas por Manel Sánchez
