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15.02.2016 Críticas  
Ópera, turismo y canalladas en Barcelona

La compañía que había conquistado a la crítica con «La Gran Duquessa De Gerolstein», la Cia. Bratislava, presenta OH MY GOD BARCELONA!; una adaptación de «La vie parisienne» de Jacques Offenbach. En OH MY GOD BARCELONA! además se cuela también el tópico del turismo en la ciudad condal y la picaresca con la que se aprovechan de los visitantes.

La obra comienza cuando a Arnau, un chico sencillo de la capital barcelonesa, le dan plantón al esperar a Mabel, su novia. Su amiga Gabriela, le ofrece sustituirla como guía turística de una pareja de Lords ingleses que vienen a Barcelona de turismo. Arnau intentará distraer al Lord para intentar apartarlo de esposa e intentar seducirla. Todo dependerá de la astucia de Arnau y sus amigos para salir del entuerto a medida que la farsa se desmorone.

A pesar de que la compañía sea relativamente joven (empezaron sus andanzas hace 2 años), lo cierto es que demuestran una maestría impecable con su canto y con sus interpretaciones. Encandilaron al público desde el minuto cero, tanto por la cercanía de los personajes como por la facilidad con la que se movían en el escenario. Si bien es cierto que la trama era bastante sencilla (el típico formato del engaño cómico), lo compensaban con un salero que se ganaba todas las sonrisas. Además, casi cada uno de los personajes tenía un solo de canción propio, por lo que no solamente cabe destacar el papel que hacían como grupo, sino el esfuerzo individual que tuvieron que hacer para sacar adelante esta ópera.

Aunque el formato de canto no fuese con el que relacionaríamos típicamente con la opera, supieron sincronizar la sintonía y temática de la representación con las elaboradas letras de este arte. Cabe remarcar en especial dos voces que brillaron en escena: las de Anna Arena, que hacía el papel de Gabriela, y la de Jofré Bellés, el Lord. Ellos no solamente hicieron una gran interpretación, sino que además llenaron la sala con el potente resonar de sus cuerdas vocales.

No es fácil adaptar grandes obras de la ópera, mucho menos de la manera tan libre y a un tiempo tan concreto como es la Barcelona actual. Pero OH MY GOD BARCELONA! lo consigue con una facilidad asombrosa. Siendo este género musical uno muy peculiar y con grandes dificultades a la hora de conseguir nuevos públicos, la Cia. Bratislava lo ha conseguido moldear para hacer un espectáculo para todos los gustos. Vale la pena dejar a un lado las comedias y los espectáculos de humor convencionales para venir, reír y sobretodo disfrutar de las maravillosas voces de estos actores.

Crítica realizada por Rubén Recio

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