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17.02.2016 Críticas  
PRISCILLA sigue siendo joven

PRISCILLA El musical, baja el telón en Madrid el próximo 28 de febrero. Sí, sé que van de gira, sé que vienen a Barcelona, pero lo siento… no podía esperar más y volví a Australia el pasado mes de Diciembre.

En En Platea somos así, impulsivos. Y si subimos a Madrid a ver espectáculos nuevos, también nos gusta repetir algunos que hemos disfrutado. Así que, antes que llenen de gasolina la caravana y le quiten el freno de mano, En Platea volvió al Teatro Alcalá a revisar el espectáculo.

PRISCILLA tiene un punto rosa maravilloso. Sí, el musical es un musical gay, muy gay, mega gay, pero hasta el hetero más retraído acabaría el musical puesto en pie a bailar. Valeeee, posiblemente me pasé con el símil, lo sé. Pero la verdad, es que PRISCILLA es una fiesta a la que todo el mundo debe unirse una vez en la vida.

PRISCILLA es una musical happy. En él, todo es felicidad. Incluso la muerte de Trompeta o la historia principal de Tick y su hijo, la cual apena a todo ser viviente, puede verse desde una perspectiva positiva y alegre. Como alegre son los 200 trajes que aparecen en escena y que dejan con la boca abierta a más de uno.

Pero si hemos de hablar de caras de sorpresa, no podemos sino hacerlo del elenco del musical. Empezando por el trío protagonista: Jose Luis Mosquera, cuya Bernadette es sublime, Jaime Zatarain (Tick) y Christian Escudero (Adam); acompañados de hasta el último bailarín del espectáculo. Con mención especial (más que merecida) al presentador/a del cabaret inicial y su imitación gloriosa a Tina Turner, y a las tres divas que cada vez que salen a escena ponen los pelos de punta con sus voces.

Bien es cierto que PRISCILLA ha mejorado con los años. Han habido cambios en los artistas principales e incluso, en el elenco general; pero PRISCILLA sigue siendo una diva joven con ganas de fiesta, y así lo demostró la noche en que fuimos a verla.

Por otro lado, acudimos al musical con una idea clara, ver cambios en el elenco y la juventud del montaje. Como decíamos, la juventud en el montaje seguía en él; vibrante a la par que brillante. Y en los personajes, teníamos ganas de disfrutar de Cynthia, el personaje de la actriz Etheria Chan que no pudimos ver el día del estreno oficial por enfermedad. Su aparición es la más graciosa y loca del musical. Y no hablemos de «Pop Muzik», algo que debéis disfrutar en directo (ya nos lo diréis).

En definitiva, PRISCILLA El Musical sigue siendo un musical energético, revitalizante y divertido que debes ver. Si no llegas a tiempo a Madrid, no dejes pasar la gira.

Crítica realizada por Norman Marsà

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