Estrenar una obra mítica, un icono del musical, no es fácil. Quien sea amante del musical sabe de qué obra estoy hablando, y es que hace una semana se estrenaba en Barcelona, tras 20 años de su inicio en New York, el musical RENT.
RENT, para quien no lo conozca, es un musical rock basado en «La Bohème» de Giacomo Puccini que fue estrenado en el Off-Broadway en 1996. Concretamente, el musical se estrenó oficialmente el 26 de enero, iniciando funciones el 19 del mismo mes en el mismo escenario que lo vio nacer (Larson lo ideó para un taller en la New York Theatre Workshop). Tras su estreno en el circuito Off, el musical se convirtió en un éxito de crítica y público que su autor, Jonathan Larson, no pudo ver al morir antes del estreno; en la madrugada del 25 de enero de 1996.
El musical lo petó (permitirme la expresión) en el circuito alternativo de Broadway transfiriéndose a los pocos meses, concretamente el 29 de abril del mismo año, al Nederlander Theatre de Broadway; un teatro de apariencia externa perfecta para la obra, como el que nos atañe a la actual y recién estrenada producción Barcelonesa.
RENT EL MUSICAL, demandado hasta la saciedad por el público cercano al gremio, se ha re-estrenado (no olvidemos la versión en castellano del 1999) esta vez, en catalán, en el Casino de l’Aliança del Poblenou. Una nueva visión de la mano de Daniel Anglès, en el barrio más bohemio de la ciudad.
Si bien es verdad que el teatro queda alejado de la zona comercial, la visión en conjunto con el espectáculo hace que este teatro sea el mejor para introducirnos de lleno en la historia. Un teatro antiguo, casi original, apartado del centro neurálgico de la ciudad, hace que la historia cale más en el público al introducirlo en el mundo de los barrios decadentes del Nueva York de los 90. Un escenario que se deja hacer, destrozar y desnudar para acoger la atmósfera que el musical necesita.
Me aventuro a lanzar que RENT es el musical que, a la mayoría de la redacción de EnPlatea, nos atrajo al mundo de la lentejuela (aunque aquí no la lleve ni Angel). La base cercana de los personajes, los temas actuales del momento, el juego del sexo y las drogas… los tabúes de la sociedad de los 90 remarcados en un musical rock que dejaba entrever la vida del Nueva York decadente. No todo eran luces y colores en el musical, no todo era Fanny Brice, fantasmas o una sexy asesina de los 50. RENT era cercano a la sociedad, directo… enganchaba.
Ahora, el musical ha vuelto a las tablas Barcelonesas para estrenarse, con prisa, el día en que el musical cumplía 20 años de su estreno. Y digo con prisa porque, como todo gran musical que se precie, necesita dos semanas de previas con público antes de su estreno oficial. Algo que en nuestro país deberíamos empezar a instaurar; haciendo que la producción ruede y mejore día a día al saber del público.
También hemos de tener en cuenta que la fecha escogida para el estreno, icónica a más no poder, no ha ayudado mucho a que los actores pudieran encauzar su trabajo con la serenidad necesaria. Así pudimos ver mucho nerviosismo, personajes histriónicos que se escapaban de control, movimientos muy marcados que se ven preparados a la legua antes de realizarse, emociones encontradas pero no en el lugar justo para que la canción llegara… cosas a pulir que una vez solucionadas harán de RENT EL MUSICAL un espectáculo grande.
Por otro lado, hemos de remarcar varias cosas que nos hicieron aplaudir a rabiar. Como por ejemplo, el personaje de Angel. Estaba claro que si alguien iba a utilizar el saber hacer de Oscar Reyes, coreógrafo del espectáculo, este era el personaje de Angel. Dale a Bolea unos tacones y una peluca y él os hará el mundo. Ayudadlo con la coreografía de Oscar Reyes, y este os hará un musical milimétricamente perfecto. No hay forma de dejar de mirar a Angel desde que entra en escena. Es emoción y seguridad, tanto en movimientos como en voz. Angel arrasa con cualquiera del ensemble del musical. Su escena final podríamos remarcarla como la más sorprendente del espectáculo. Debería de arrancar más aplausos de los que vivimos, pero dada la historia que cuenta, los guardamos hasta el saludo final en el que el actor sale más que recompensado.
Por otro lado, hemos de valorar la energía creada por Nil Bofill y Anna Herebia. Aunque al principio nos nos acaba de convencer el personaje de Mark Cohen, este va creciendo de forma exponencial con la obra. El buen hacer del actor, lo ubica en todo momento como el referente de la historia (relegando a un lado al personaje de Roger; por guión más importante). Junto a él, no podemos más que alabar a Anna Herebia. La naturalidad de Anna hace que nos creamos a una Maureen reivindicativa y cercana. Ambos han sabido jugar con la «extinta» relación de pareja de sus personajes para crear situaciones que se adecuen a lo esperado de un ex-novio/a. Por fin, nos podemos creer que Maureen tuvo un rollo con Mark.
Por último, si tuviera que remarcar un momento grupal en el que disfruté como un niño, remarcaría la escena del grupo de soporte vital. El llanto en las voces perfectamente entonadas recorría la platea a raudales con un canon sencillamente maravilloso. Emoción a flor de piel.
En definitiva, RENT EL MUSICAL ha llegado a Barcelona para arrasar con todo lo que venga a su paso y, tengo muy claro que con unas semanas más de rodaje y ajustes, el musical quedará perfecto para que el público presione para la prórroga. Quien sabe, puede que como el original, el musical pase del Off-Barcelona al circuito comercial.
Crítica realizada por Norman Marsà
