La desesperación de la guerra, el dolor, la corrupción y el miedo son algunos de los aspectos que Míriam Iscla nos transmite a través de su interpretación en este monólogo. En DONA NO REEDUCABLE, la actriz interpreta el papel de la periodista y activista Anna Politkóvskaia, asesinada en el año 2006 por realizar publicaciones acerca del conflicto Ruso-Checheno.
Lo que en un principio podría perfectamente parecer un monólogo cargado de información sobre el conflicto per se, se va convirtiendo vertiginosamente en una fehaciente interpretación de algunos de los momentos más difíciles que debió vivir Anna Politkóvskaia. Tortura, atentados e intentos de asesinato, acompañados en todo momento de datos y, en ocasiones, de entrevistas realizadas entre Míriam Iscla en el escenario y voces en off de los entrevistados de Politkóvskaia.
La actriz se desplaza por un escenario minimalista donde se solamente cambia la luminosidad del mismo para dar paso de un “escenario” a otro. Algunos elementos audiovisuales son utilizados, en ocasiones, para dar profundidad a la ambientación.
Pero la maestría de esta obra reside en Miriam Iscla y su interpretación, la que nos permite ver todas las facetas de la periodista, en diferentes momentos de su vida, hasta tal punto que llega un momento que ya no sabemos si se trata de Miriam Iscla o de la mismísima Politkóvskaia.
DONA NO REEDUCABLE es la segunda parte del díptico de Stefano Massini, que también podremos encontrar en el Teatre Lliure con Rosa Maria Sardà en “CrecEnUnSolDéu”. Massini escribió DONA NO REEDUCABLE en 2007, un año después del asesinato de Anna Politkóvskaia en el ascensor de su casa, en Moscú.
En conclusión, si queréis disfrutar de un monólogo duro e intenso, acompañado de una interpretación excepcional, lo único malo que se puede sacar en conclusión…es que no hay ni un ápice de ficción en él.
Crítica realizada por Marc Dalmau
