El pasado 18 de agosto STOMP y el Teatro Calderón fueron los protagonistas de la noche madrileña. Un renovado teatro que luce en el centro de Madrid después de un amargo y abrupto cierre hace más de un año y una nueva y esperada visita de STOMP (que hacía cinco años que no pasaban por la capital) han sido la combinación perfecta para esta noche de verano.
Percusionistas, bailarines y performers del más alto nivel, utilizan utensilios cotidianos como cubos de basura, papeleras, tubos… y los convierten de manera espectacular en instrumentos musicales.
STOMP consigue que lo que podría ser un espectáculo ruidoso, molesto y la razón de muchos dolores de cabeza, se convierta en música, show, goce y una enorme dosis de energía que contagia al público de principio a fin. Nos sorprenden una vez más con un espectáculo vibrante, lleno de energía y sobre todo sobrante de talento por cada poro. Es realmente increíble ver cómo los componentes realizan su parte con tal nivel de perfección que nada falla. Lo único que puede ocurrir es que algún objeto no soporte la intensidad y se rompa, como fue el caso en el estreno de un cepillo de madera. Ni tan siquiera éso les distrae del ritmo y las potentes coreografías.
STOMP nos enseña que cualquier objeto puede servir para hacer música dentro de un engranaje muy bien cuidado.
Sólo podríamos poner una pega a este estreno. Llegado ya el final de show, con todo el público en pie aplaudiendo y gritando, las luces de sala y la música se encendieron demasiado pronto, cortando rápidamente el entusiasmo y entrega de los espectadores. Nos dejaron a todos con el aplauso en la boca.
STOMP permanecerá en cartel hasta el 13 de septiembre y pasará a la historia como el espectáculo encargado de abrir y dar vida al nuevo y emblemático Teatro Calderón. Todo ello es gracias a la recién creada compañía TC 1917 que apuesta por recuperar este mágico lugar y quiere trae a la ciudad de Madrid espectáculos de alta calidad como es el caso de STOMP.
STOMP, mucho ruido y muchas nueces, en el renovado Teatro Calderón.
Crítica realizada por Laura Castrillón
