YANN TIERSEN ha vuelto a Barcelona cargado con su banda, sus instrumentos y su mundo de sonidos hipnóticos y tintineantes. El artista llega a Barcelona de la mano del Festival Grec 2015 para mostrar su música en todo su esplendor.
En Infinity, su último trabajo, TIERSEN recupera su marca personal en muchos de esos temas y mezcla sonidos de la ‘chanson’ francesa con tintes celtas, letras islandesas y ritmos de las Islas Feroe, todo esto con sus habituales bases electrónicas. Para ello, utiliza una amplia gama de instrumentos que consiguen darle ese aroma tan ecléctico a su música. Desde guitarras eléctricas, piano, batería, y su inseparable violín, pasando por los sintetizadores, el piano de juguete, la mandolina y la pandereta, así como instrumentos no tan comunes como el malletkat o el moog. Cinco músicos, con TIERSEN a la cabeza, componiendo y dirigiendo con esa gran capacidad que le permite además ser el responsable del sonido de seis de esos instrumentos.
Un concierto completamente digno de ser disfrutado, enmarcado en el Teatre Grec de Barcelona. Si además se acompaña de una correcta iluminación (acertado el detalle de las barras de sonido que imitan antorchas en la playa) y te dejas llevar por el sonido y tu imaginación podrás disfrutar de los desérticos paisajes sonoros que TIERSEN tan bien recrea en Infinity o del, a ratos estridente y ‘ensuciado’ rock que pone un contrapunto en su carrera.
De todas maneras, no es la primera vez que voy a un concierto de TIERSEN y me ha vuelto a pasar lo mismo que anteriormente. Me gusta disfrutar de su música en directo, pero creo que todos los matices de su música se aprecian mejor escuchando el álbum de estudio ya que parte de su mensaje se pierde en el aire de sus conciertos. Aun y así, seguiré repitiendo. Eso está asegurado.
Crítica realizada por Diana Limones
