Enajenarse tiene muchas acepciones: Enamorarse, enloquecere, liberarse… Eso es lo que quieren conseguir los chicos del Almeria Teatre en colaboración con Hendrick’s Gin presentando su nuevo «espectáculo» Enajenatorium.
ENAJENATORIUM es el nombre con el que se conoce, ahora, al Almeria Teatre. Un antiguo pequeño teatro reformado en un centro de Enajenación dirigido por el excelentísimo Doctor H.
Como distinguido doctor (maligno) tiene varios esbirros a su cargo quienes procederán a hacerle el sucio trabajo de mostrar las instalaciones a los nuevo huéspedes para ser enajenados.
La idea del espectáculo es muy simple. Visitaremos todas las estancias del teatro donde nuestro ya, excelentísimo Doctor H, realiza los experimentos más locos para llegar a enajenar al mundo con su genialidad. Paso a paso, seremos escogidos por A1, A2, B1 y B2 para las pruebas de Enajenación en las que todos, y digo todos, acabaremos enagenados.
Oleremos agua pero, ¿será realmente agua?. Leeremos unos sencillos carteles pero, ¿seremos capaces de leerlos o olvidaremos nuestra educación escolar para no entender ni un ápice?
Durante el espectáculo los asistentes experimentarán con su mente a través de experiencias de mentalismo, control mental y efectos especiales que los enajenarán y los transportarán a una realidad paralela que les hará dudar sobre lo que es real o lo que es ficción.
Los espectadores podrán interactuar, tocar, oler, probar, ver y experimentar con su mente y su percepción sensorial. En algunos momentos, nos parecerá una tarea arduamente sencilla y comprensiva, pero tras el telón del teatro, una vez encontremos al Doctor H, podremos disfrutar de dos magníficos momentos de mentalismo acompañados de una proyección visual sobre el escenario que nos dejará boquiabiertos.
Tras pasar por todas las estancias posibles del antiguo teatro, finalizaremos la visita al Enajenatorium de la forma más enajenada posible. Tomando un Gintónic mientras comentamos la visita y nuestro grado de enajenamiento con el mismísimo Doctor H.
Hemos de indicar que el ENAJENATORIUM no funcionó con más de un visitante. Algunos, no llegaron nunca a enajenarse. Otros, por el contrario, alucinaron formando parte de un momento de control mental alucinante. Si bien el espectáculo funcionaría perfectamente como complemento en un bar propio o en un evento programado, queda un pobre llegando a estirarse mucho temporalmente en la visita. La idea es buena, pero quizá no para un show propio, sino para un complemento de un evento; como anteriormente se había realizado.
Crítica realizada por Norman Marsà
