La propuesta que actualmente podemos ver el el Teatro Arlequín de Madrid, LAS DISPARATADAS AVENTURAS DE SIR LANCELOT, es un musical para toda la familia que derrocha tal cantidad de buen rollo que es prácticamente imposible no salir tarareando las canciones.
No es fácil en los tiempos que corren poner un espectáculo en pie, y mucho menos cuando la propuesta es un musical con canciones originales y sin figuras de renombre televisivo en el elenco. Que error sería dejar pasar ese espectáculo solo por esos motivos. Hay tantas ganas de pasarlo bien en LAS DISPARATADAS AVENTURAS DE SIR LANCELOT que solo por el hecho de olvidarnos de la rutina merece la pena invertir poco más de una hora de nuestro tiempo y volver a ser niños de nuevo y emocionarnos con las desventuras de Lancelot, Gepeto y la Princesa Esa.
La historia nos lleva a la emocionante aventura de intentar rescatar a una princesa cautiva por una malvada bruja. Un chulesco y torpe Sir Lancelot y un enamorado carpintero frustrado y con ansias de aventurero se ven embarcados en la excitante misión.
LAS DISPARATADAS AVENTURAS DE SIR LANCELOT presenta unos personajes divertidos, canciones pegadizas y unas voces más que correctas que hacen del musical un excelente espectáculo para el disfrute de toda la familia. Impagables las caras de felicidad de los más pequeños a la salida de la sala y poder abrazar y fotografiarse con los personajes de la aventura.
Es cierto que es un espectáculo dirigido al público familiar, que la historia es sencilla y la puesta en escena no es la de una superproducción teatral; pero la emoción, las ganas de buen rollo, la felicidad que desbordan esos cuatro entregadísimos actores hacen más que recomendable viajar con ellos a rescatar a la princesa y acabar cantando todos juntos para celebrar el inevitable y deseado final feliz de la aventura.
Vayan al teatro con esa panda de buena gente y alégrense el día.
Crítica realizada por Moises C. Alabau
