La productora de teatro L’Era de les Impunxibles ha vuelto a dar en el clavo con su último montaje. LIMBO es un musical que te mueve, te hace pensar y te muestra la cruda realidad de la indecisión de género.
LIMBO es un musical que transmite sentimientos. Creado por L’Era de les Impunxibles, el espectáculo marca al público profundamente llegando al nivel de crear el silencio total en la sala mostrando la sensación asfixiante de indecisión sexual.
Con un montaje muy bien trabajado y una sencillez escénica admirable, LIMBO se convierte en uno de los musicales que hay que ver esta temporada. LIMBO impresiona. LIMBO es cruda y real.
Mariona Castillo da vida a una persona encerrada en un cuerpo diferente al que siente. Ha nacido mujer pero se siente hombre. Su género no se corresponde con lo que su cuerpo determina. Tras años de lucha con la sociedad, quiere realizar el cambio, convertirse en lo que siente; pero a la vez, su mujer interior, la que siempre ha querido esconder, aparece en su vida para preguntarle el porqué del cambio. No quiere desaparecer y luchará por ello. Su consciencia de mujer quiere ser rescatada lejos de un bisturí.
LIMBO deja sin palabras al público desde que comienza. De una forma muy introspectiva en el personaje, pero muy clara y marcada en la danza que lo complementa, podemos admirar los sentimientos del protagonista; cómo vive, cómo se relaciona, cómo se encierra en sí mismo y, sobretodo, cómo lucha por tener claro quién es, qué quiere y cómo quiere ser. Cómo siente hasta crear su LIMBO.
Acompañada de Clara Peya al piano y en la danza por Tatiana Monells y Ariadna Peya como los dos alter ego del protagonista; LIMBO se convierte en un musical atípico que te deja sin aliento.
Si el guión interpretado por Mariona Castillo ya de por sí conmueve al espectador, verlo sobre el escenario traducido en danza por Tatiana Monells y Ariadna Peya, hipnotiza y rompe en mil pedazos la conciencia del respetable. La pelea dialéctica entre el subconsciente se traslada sobre el escenario con movimientos de danza contemporánea que transmitirán, y dejarán bien claro al respetable, qué pasa por la cabeza de su protagonista.
Por otra parte, hemos de destacar la partitura del espectáculo creada por Clara Peya; el gran acierto del musical. Una partitura sencilla, a piano, mezclada con sonidos ambientes pre-grabados y preparados para conseguir la sensación de angustia que el espectáculo requiere. Una partitura negra, punzante y turbia que es llevada al extremo cuando Clara Peya lucha por expresarla contra las cuerdas del piano; conteniéndola a la vez que desea dejarla fluir. Ambos lados de la balanza, ambos lados del personaje que lucha por definirse.
Si aun no has visto LIMBO, mi recomendación es que no la dejes pasar. Es una de esas perlas escondidas que debes disfrutar. Un montaje que te enseñará mucho sobre este tema tabú y que te acercará a un mundo que puede que desconozcas, pero que cuando salgas, abrazarás y comprenderás. Desde EnPlatea, queremos felicitar a l’Era de les Impunxibles por crear esta absoluta maravilla.
Crítica realizada por @normanmarsa