novedades
 SEARCH   
 
 

16.02.2015 Críticas  
EL PIMIENTO VERDI, una singular desdramatización de la ópera

Ópera, Verdi, Wagner, un restaurante, buen humor y la genialidad de Boadella convierte, a EL PIMIENTO VERDI, en un cóctel de éxito seguro.

La ópera se asocia generalmente al drama, a la recargada tragedia, a espectáculos de trascendencia e intérpretes de gesto serio. Sobradamente conocidas son algunas de las arias y coros que compusieron tanto el italiano Giuseppe Verdi como el alemán Richard Wagner; y es siempre un deleite escuchar en directo algunas de ellas.

La genialidad de este montaje, EL PIMIENTO VERDI, viene de la singular desdramatización que nace de la mente del siempre original Albert Boadella que propone una batalla entre defensores de Verdi y defensores de Wagner.

La batalla operística tiene lugar en un restaurante de acertado nombre: EL PIMIENTO VERDI en el que se ha programado una cena homenaje al compositor italiano. Hay que remarcar que la platea del teatro se convierte en un restaurante real en el que se sirven platos y bebidas a los asistentes dotando al espectáculo de un realismo autentico.

Los oponentes se lanzan dardos envenenados y enlazan diferentes piezas de los dos autores utilizándolas como armas para defender sus posiciones. Todo ello salpicado de humor fino, sátira política y social y, como no, denuncia al sistema; algo habitual en todas las propuestas del siempre polémico director catalán. Si bien esta vez la denuncia y la sátira son más finas, trazadas con música y solo prestando atención y queriendo leer entre líneas se averiguará la dosis de mala leche que hace aun más divertido el espectáculo.

Todo el elenco está perfecto, destacando la vis cómica que destilan todos ellos. Muchos momentos son de una brillantez absoluta y quizás por poner un pero al montaje diría que el último tramo del mismo se prolonga más allá de lo necesario, si bien no deja de ser un desenlace tan brillantemente construido e ideado que se le perdona.

EL PIMIENTO VERDI es una lección de historia musical que se disfruta y que sorprende al espectador. Un ejercicio de respeto por un género que muchas veces no llega al gran público y que aquí consigue que pasemos un rato tremendamente entretenido de la mano de Verdi y Wagner. Al final, que cada uno decida del lado de quien se resuelve la batalla, pero no será una decisión fácil.

Es de agradecer a los Teatros del Canal que hayan programado por segunda vez el espectáculo que permanecerá unas pocas semanas en la capital. Si quieren disfrutar de algo original y de calidad no dejen de ir a cenar al EL PIMIENTO VERDI”.

Crítica realizada por @mcalabau

Volver


CONCURSO

  • COMENTARIOS RECIENTES