LA PIEDRA OSCURA. Mezclando ficción y realidad esta emotiva obra nos recuerda que nadie debería ser olvidado. Duro, seco, frío e impactante es el montaje que se puede ver en la Sala Pequeña del María Guerrero. Un excelente texto y un sobresaliente trabajo actoral que dejan al público sobrecogido.
Tomando como punto de partida los últimos días antes de la ejecución de Rafael Rodríguez Rapún,- interpretado con maestría por Daniel Grao – quién fuera secretario del grupo teatral ambulante dirigido por Federico García Lorca, La Barraca, se nos cuenta de manera muy inteligente lo absurdo de la Guerra y la crueldad de la misma.
La réplica la da un personaje de ficción, Sebastián, a cargo de Nacho Sánchez. Un muchacho que traumatizado por la muerte de su madre en un bombardeo no sabe ni entiende que hace custodiando al preso al que debería odiar pero al que finalmente llega a ver como otro ser humano condenado sin razón y sin piedad.
El montaje es duro, apoyado en una soberbia interpretación de los dos actores, el silencio en la sala se puede cortar ya que la emoción de lo que se está presenciando no permite articular gesto.
La obra está tan genialmente equilibrada entre los dos personajes que el protagonismo se lo llevan los dos por igual llegando a momentos de pura emoción ante un desenlace que no por sospechado deja de sobrecoger.
Interesante reflexión sobre el olvido y de cómo ningún ser humano debería ser olvidado después de su muerte, todos dejamos un legado en forma de acciones, pensamientos, amores etc..y estos merecen ser recordados, es necesario que alguien los mantenga vivos a pesar de que ni siquiera los podamos llegar a compartir o entender. En esa tesitura se halla el personaje de Sebastián cuando se le suplica que intente salvar del olvido documentos y escritos de Lorca, él ni siquiera entiende la razón de tal petición y si siquiera es necesario arriesgarse por ello, pero la intensidad de la súplica, la desgarradora confesión de alguien a escasas horas de morir le mueven y le conmueven.
LA PIEDRA OSCURA es un montaje que incomoda y remueve las emociones, está cosechando éxito tras éxito por donde pasa, y es una muy buena oportunidad de descubrir un teatro de pequeño formato hecho desde la profesionalidad; que no por ser pequeño deja de formar parte de un arte tan grande como es el teatro.
Crítica realizada por @mcalabau
