El Teatro Alfil de Madrid presenta, una vez al mes, a Sergio Bezos y su Monólogo Barato Madrid que, en sus propias palabras, es un título que define perfectamente su espectáculo: Está en Madrid, es un show de stand-up y su precio es más que razonable.
Si te suena su nombre, probablemente seas fan de La Resistencia, de Gente Viva o, simplemente, puede que te lo hayas encontrado en un Blablacar. Probablemente lo último. Y es que el señor de Móstoles es nuevo en los escenarios pero no nuevo en la comedia -y las tablas se notan-, sobre todo en la fórmula de Bezos, que viene a ser un cóctel que mezcla a partes iguales el stand-up con impro, entrelazando anécdotas con faltadas (cariñosas) al público.
También aprendemos muchas cosas de Sergio Bezos, entre ellas a no fiarnos de lo que le cuenta a los periodistas o incluso, de su respeto a los cuerpos de seguridad del MediaMarkt. De ahí en adelante, le sucede lo que hemos vivido muchos en el colegio: cuanto más estés de parloteo, más vas a tardar en irte a casa. Será porque, originalmente, Sergio tiene medida una hora para el monólogo pero esos sesenta minutos se le van de las manos a una velocidad vertiginosa. Eso sí, ante todo, avisa con antelación de las consecuencias de su desparrame, por si alguien tiene planes para después del show.
¿Y qué nos ofrece este show? (esto no deberíamos contarlo ya que Sergio Bezos nos insiste durante el espectáculo que hay cosas que no se pueden poner en medios, pero le vamos a ignorar). Además de un doble de Gabino Diego contando anécdotas de lo más absurdas en una descacharrante espiral y entrelazadas con lo que sea que se pase en ese momento por la cabeza, una complicidad constante con el público que podría considerarse como un segundo intérprete en el escenario; dado que el diálogo entre ambos es constante. El espectáculo se acerca a una conversación de bar entre 150 interlocutores. Ya no solo por el tono desenfadado, sino especialmente por la tranquilidad y la cercanía del que tiene una cerveza frente a ti. Aunque en su caso es una botella de agua que no va a abrir en el 90% de los casos. Lo hemos medido pero no se lo digáis, que luego se come la cabeza y a saber a dónde le lleva ese día.
En resumen, si queréis pasaros un rato definitivamente divertido, os recomendamos charlar con Sergio Bezos. Es más, os invitamos a participar activamente en su espectáculo y si tenéis la oportunidad, repetid. Es muy probable que salgáis a horas distintas y que sea poco lo que sintáis que se repite. (Ah, un saludo a Vicente… aunque probablemente no vaya a leer esto).
Crítica escrita por Daniel Rivera Miguel
