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24.04.2023 Críticas  
Diplomacia y política archivadas

Hay momentos históricos que merecen ser revisados y recordados. La primera visita de un presidente estadounidense a China marcó un antes y después en las relaciones de esas dos potencias mundiales. El Teatro Real de Madrid estrena una excelente producción de Nixon in China, la ópera de John Adams. Un montaje impecable y certero.

Estrenada en 1987 esta ópera dividió profundamente tanto al público como a la crítica. Es un lujo que el Teatro Real haya apostado por este título y haya producido un montaje que brilla en lo escénico y en lo interpretativo. Una partitura en la que encontramos sonidos profundamente norteamericanos. Reminiscencias del musical, del jazz, pasando por la poética oriental y la dureza marcial.

La orquesta dirigida por Olivia Lee-Gundermann es un portento. Suena potente, con mezcla de sonidos pocos frecuentes en el Real. Sonidos que evocan a Phillip Glass y a Britten. Todo un acierto contar con esta directora coreana que se ha ganado el respeto del público madrileño que merecidamente la ovacionó.

La puesta en escena es brillante, un gran almacén donde se archivan cajas y cajas de acontecimientos históricos, en los que una nube de funcionarios se afanan por tenerlo todo ordenado y clasificado. De esas cajas salen las fotografías reales de ese encuentro de Nixon con Mao. Fotografías que se proyectan y que ayudan a ver el fidedigno relato que se pone en escena. Excelente Diego Rodríguez al mando de ese inmenso archivo.

Aunque todo el montaje es destacable, el segundo acto brilla por encima de todo lo demás. Un segundo acto centrado en la figura de Pat Nixon y en su agenda. Visitando escuelas, fabricas y demás. Terminando el día acudiendo a una representación del ballet El destacamento rojo de mujeres. La representación de ese ballet tiene un profundo efecto en la primera dama estadounidense. Para el montaje se ha contado con un cuerpo de baile excelente, consiguiendo unas imágenes de gran belleza y potencia. Sin duda el tándem entre John Fulljames y Dick Bird de quienes vimos Street Scene funciona a la perfección.

En el elenco brillan por derecho propio Leigh Melrose como Nixon y Sarah Tynan como Pat Nixon. Lamentablemente Audrey Luna tuvo que ser sustituida en el último momento al sufrir un proceso gripal. Aunque salió a escena no era su voz la que escuchábamos. Excelentes también Alfred Kim en el papel de Mao Tse-Tung, Jacques Imbrailo como Chou En-Lai y Borja Quiza como Henry Kissinger. Arropados por el Coro del Teatro Real que vuelve como de costumbre a brindar una interpretación memorable.

Este Nixon in China es una gran oportunidad para acercarse al mundo más contemporáneo de la ópera, con un fondo de geopolítica en tiempos convulsos que tristemente se parecen bastante a los actuales. Una apuesta del Teatro Real que quizá disguste a los que prefieren el clasicismo operístico pero que abre un espectro muy apetecible y enriquecedor.

Crítica realizada por Moisés C. Alabau

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