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04.04.2023 Críticas  
Irrefrenable propuesta creativa

El Teatre Lliure de Gràcia en Barcelona presenta Tot el que passarà a partir d’ara, un monólogo con dramaturgia de Joan Yago, dirección de Glòria Balañà i Altimira e interpretación de Nil Cardoner. Una dura historia que ahonda en los sentimientos y dudas de un adolescente cuyo padre está enfermo de cáncer desde hace 10 años.

Èric tiene dieciséis años y este dato le resulta sorprendente: “¿Cómo puedo ser tan joven y sentirme tan profundamente agotado?” Esto es lo que piensa esta noche mientras mira la tele con sus bambas puestas y el móvil sobre su barriga. Dentro de pocos minutos recibirá un mensaje: “Ven ahora. Si quieres despedirte de tu padre debes venir ahora.”

Tot el que passarà a partir d’ara es un texto que habla sin tapujos de la enfermedad, la pérdida, el duelo y la adolescencia a través de los ojos de Eric, un chico de 16 años que aun está tratando de averiguar quién es. Joan Yago, conocido por ser el dramaturgo de la compañía La Calòrica, presenta este duro texto que habla de la pérdida de un padre coincidiendo con el momento de construcción de la identidad y el descubrimiento de las implacables normas del mundo. Los recuerdos, los proyectos, las conversaciones difíciles y, sobre todo, las conversaciones que ya no podremos tener. Los amigos, la familia (lo que significa realmente ser familia) y también el abismo insondable de todo lo que pasará a partir de ahora.

Yago nos deja pegados a la butaca con un impactante texto versado magistralmente por Nil Cardoner que nos acerca a la vivencia de la enfermedad y la muerte desde los ojos de un adolescente. Un viaje desesperado por llegar a tiempo en un momento de la vida en el que las dudas aparecen a cada paso. ¿Cómo me tengo que sentir? ¿Esto es normal? ¿Mi vida es la que quiero vivir? ¿Porqué nadie me entiende? ¿Soy Feliz? ¿Seré feliz algún día?

Podría estar relatando multitud de preguntas que, a día de hoy, cualquier adolescente (y siendo sincero, muchos adultos) repiten diariamente en su mente; tratando de encontrarse a uno mismo y tratando de situarse en la sociedad. Pero, si estas preguntas son difíciles de responder de por sí, ¿cómo debe ser si la situación que nos explican en escena ocurre? ¿10 años de sufrimiento llegan a su fin? ¿Para quién?…

Sobre el escenario, Glòria Balañà i Altimira, directora de la obra, nos presenta una obra con un tempo cambiante que pasa de un punto inicial en el que el tedio forma parte de la vida del personaje principal y, este, trata de forjar un sentido; a un tempo infernal en el que la mente del adolescente inicia una montaña rusa de emociones que no sabe o no puede gestionar por si mismo. Un momento de la vida tempestuoso pero profundamente humano. Balañà realiza un ejercicio de dirección excelso en un texto duro con el que jugar.

Pero si alguien se lleva la ovación más que merecida es su protagonista, Nil Cardoner, quién maneja un tour de force más allá del innegable virtuosismo. Cardoner nos lleva de la mano en una historia que nos duele y, aunque en ocasiones quisiéramos soltarnos y escapar, su personaje no nos lo permite. No podemos dejarlo solo… no queremos dejarlo solo. Cardoner nos presenta un viaje nocturno a través de la ciudad, una carrera desesperada por llegar a tiempo, una visión de la vida joven (pero humana al fin y al cabo) llena de claro oscuros. El sufrimiento que genera es empatico y, aunque sabemos que es ficción, el punzón que sentimos en el corazón es doloroso; tanto como los sentimientos que nos transmite y que nos hacen erizar todos los bellos del cuerpo. Respiramos su constante sufrimiento.

En la parte técnica, me gustaría destacar la sencilla escenografía de Ona Grau, quien inteligentemente aprovecha el escenario del Teatre Lliure de Gràcia de una forma simple y efectiva; haciéndonos avanzar poco a poco en la historia mientras el adolescente va desbloqueando verdades. Gran mención a la iluminación de Sylvia Kuchinow, quien ayuda aun más al sufrimiento del texto por parte del respetable. Mención también al Video Arte de Alfonso Ferri que pone imágenes a los pensamientos del personaje principal; y a los tres músicos en escena (Víctor Hugo Ballesteros, Marco Tulio Palacio y Juan Carlos Riaño) que nos descolocan en un inicio y que, realmente funcionan tan bien con la historia.

Tot el que passarà a partir d’ara es una de esas obras en las que sabes que vas a sufrir pero cuyo sufrimiento vale la pena por disfrutar de una irrefrenable propuesta creativa.

Crítica realizada por Norman Marsà

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