Se encienden las luces, comienzan los aplausos y detectas alguna que otra lagrima a tu alrededor una vez ha terminado Cost de vida, un texto de Martina Majok dirigido por Pau Carrió, que produce Sixto Paz junto a La Villarroel; y que actualmente programa la misma sala de Barcelona.
Cost de vida es un texto sencillo pero profundo que trata de pleno, a través de cuatro personajes, la necesidad del ser humano de ayudar y, a la vez, de dejarse ayudar. Las dos historias paralelas que se acaban entrelazando ofrecen diferentes perspectivas sociológicas sobre quién, al final, necesita ayuda de quién incluso en casos donde hay una dependencia total del otro.
Pau Carrió lleva el texto de Majok a las tablas con una escenografía casi desnuda, poniendo el foco en las conversaciones de sus protagonistas y en la interpretación. En los cambios de escena es la música (desde los Mumford&Sons y pasando por Jamie Cullum) la que guía a los cuatro en el viaje hasta la aceptación de la necesidad de ser ayudados.
Julio Manrique, Anna Sahun, Pau Roca y Katrin Vankova son Eddie, Ani, John y Jess. No quiero desvelar nada de sus interpretaciones porque creo que el factor sorpresa es un punto (o varios) a favor en este montaje. Pero sí cabe señalar que Pau Roca está inmenso y que lo que hace en escena es de ‘stand ovation’ (aunque al público catalán le de tanta vergüenza). Anna Sahun, de igual manera, consigue total credulidad con su personaje, para quien ponerse en la piel de Ani no ha debido ser fácil. Y Manrique y Vankova nos regalan posiblemente la escena más tierna y sensible de toda la obra, escena en la que te dan ganas de saltar del asiento, bajar y abrazarlos.
Cost de vida es otra de las apuestas de La Villarroel de acierto seguro. Teatro de gran impacto emocional sobre el espectador, que mantiene un tono de comedia constante, pero siempre con un enorme respeto y oque te lleva a la reflexión personal. Sales de la función y quieres comentarla, analizarla. Sin duda alguna, recomendación absoluta para amantes del teatro.
Crítica realizada por Diana Limones
