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08.10.2014 Críticas  
LA LLAMADA, un musical que bebe directamente del Off-Bway

EnPlatea vuelve al Teatro Lara de Madrid para realizar su crítica de LA LLAMADA. Frescura, atrevimiento, ligera irreverencia, buen rollo y muchas ganas de pasarlo bien convierten a LA LLAMADA en un musical de éxito en la capital.

Desde la temporada pasada LA LLAMADA ha sido uno de los montajes que más ha dado que hablar en la cartelera madrileña. Tras una corta gira y el parón veraniego, el musical se instala de nuevo en la sala principal del Teatro Lara de Madrid con la Banda de Dios y el campamento veraniego al cargo de Sor Bernarda ayudada por la novicia Milagros.

He de reconocer que en un principio la premisa de un musical algo irreverente no me llamó la atención pero al repasar las excelentes críticas no dudé en acercarme a comprobar por mi mismo si el montaje era tan bueno o si era simplemente una fiebre pasajera.

Salvado el escepticismo inicial y después de una primera escena simplemente antológica que consigue que todos los espectadores rían a mandíbula abierta no queda más que dejarse llevar por la diversión absoluta y nada pretenciosa de LA LLAMADA.

Todo en el montaje derrocha frescura y juventud. Es cierto que encarnar la figura divina como un cantante que versiona canciones de Whitney Houston pueda parecer irrespetuoso para algunos, pero nos encontramos ante una comedia que no pretende dar seriedad a ninguno de los temas que trata, con lo que cualquier licencia se tolera y se entiende en ese contexto.

Macarena García, la ganadora del Goya a actriz revelación por su papel en Blancanieves, lo borda. Hay algo en la mirada de esa actriz que hace que simplemente no se la pueda dejar de mirar; aunque sea casi imposible sentirse identificado con un personaje al que se le aparece Dios cantando los éxitos de la película El Guardaespaldas, sí que nos creemos el shock que eso le provoca.

Hay que reconocer que el resto de personajes y la banda en directo ayudan a que la comedia alce el vuelo hasta situaciones tan descacharrantes, tan bien hiladas y tan genialmente interpretadas que uno no puede más que rendirse al talento puesto en escena.

Los jóvenes autores beben de un estilo de comedia musical que recuerda a algunos montajes del Off Broadway, esos que con el tiempo han llegado a ser verdaderos éxitos de masas. No podemos anticipar que ocurrirá con LA LLAMADA pero desde aquí les auguro una larga estancia en la cartelera.

LA LLAMADA divierte, relaja y sobretodo constata que con poco se puede hacer mucho y muy bueno. Deseamos que el musical siga llamando a muchos más espectadores a disfrutar de su música celestial.

Crítica realizada por @mcalabau.

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