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24.02.2023 Críticas  
Una herida heredada

Señor B. Algunos desastres de una guerra en el Teatro de Barrio de Madrid nos invita a reflexionar sobre las heridas heredadas de la Guerra Civil. Juanma Díez Diego, responsable de la dramaturgia, hila una pieza metateatral inteligente y de gran elegancia que dirige Jorge Sánchez.

Juanma Díez Diego quiere contar una historia que pertenece a su familia. La muerte del Señor B, el abuelo de su prima, que perdió la vida al comienzo de la Guerra Civil, fusilado por tres disparos que iluminaron una noche negra del verano de 1936. Juanma quiere hacer un monólogo y hablar de esta herida de una manera sencilla. Sin embargo los personajes de su historia demandan una voz propia y toman el control de la narración. Su pretendido monólogo acaba convertido en un collage en el que el presente y pasado se mezclan, los actores se confunden con sus personajes y los límites entre el teatro y la realidad se difuminan. Los protagonistas evocados (o invocados) de esta historia completan lo que escondían los largos silencios familiares o las medias verdades y Juanma descubre finalmente las dimensiones reales de su historia y asume la imposibilidad de contarlo de una forma sencilla. En un interesante soliloquio, en el que interpela directamente a los espectadores, reflexionará sobre nuestra legitimidad para no conformarnos con lo que nos han contado, pero también sobre nuestra responsabilidad, como herederos de un pasado no tan lejano, de conocer y sanar las heridas que no se cerraron.

Debo reconocer que acudí con ánimo receloso a esta función. La crudeza con la que a menudo se abordan las necesarias reparaciones del pasado me provoca un sentimiento en el que se mezclan el desconsuelo con una profunda sensación de injusticia que tarda días en disiparse. Parece imposible visibilizar el daño sin reivindicar sin ambages el dolor. Por este motivo el trabajo que Juanma Díez Diego realiza como dramaturgo me sorprendió doblemente. Al margen de la profundidad de la trama, nos ofrece un ejercicio poético, muy sensorial, en el que dosifica los detalles dolorosos y equilibra la intensidad narrativa. Señor B. Algunos desastres de una guerra es un relato fiel y fiero que denuncia sin señalar. Retrata el espanto, sí, pero deja a la imaginación del espectador espacio para completar el dibujo exacto. Más allá del tributo a la realidad histórica, lo que se descubre en esta pieza es la mano de un dramaturgo con talento para construir una narrativa ágil de diálogos fluidos y notable sentido del ritmo. El movimiento escénico actúa siempre en favor de la historia focalizando el interés en lo importante. Por otro lado, el recurso metateatral es utilizado inteligentemente. Éste permite al autor evocar todas las voces afectadas y al mismo tiempo utilizarlo como vehículo para dosificar pequeñas píldoras de humor que liman la crudeza sin mermar el impacto del mensaje.

La narrativa es sensorial, terrenal, está geográficamente definida. Se describen campos concretos, cielos y atardeceres que cobran vida en escena con el acertado diseño de luces de Maykel Rodríguez. En un escenario prácticamente desnudo esta iluminación efectista y descriptiva nos sumerge en una atmósfera por momentos fantasmal que subraya la música de Martín Caló y el diseño sonoro.

Cuatro actores levantan este collage poético, reflexivo y reivindicativo. El propio Juanma Díez Diego, Borja Cortés, Mabel del Pozo y Lolo Diego. Todos ellos aprovechan las posibilidades que el cuidado diseño de sus personajes les ofrecen. Juanma retrata en esta pieza un universo conocido, habitado por personajes reales de los que sin duda roba gestos y expresiones. Es tal la abundancia de detalles sutiles que uno mismo puede identificar los ecos de nuestra propia biografía. No obstante, la presencia de Mabel del Pozo brilla notablemente entre todos ellos. Su voz tiene caricia y su personaje aporta un halo de melancolía. Vestida con un largo vestido rojo que focaliza nuestra mirada, Mabel y su personaje se convierten en el detonante para esta función. Ella es la sucesora, la legitimaria y la albacea de la memoria y la actriz nos ofrece todo ello con nostalgia y fragilidad.

Señor B. Algunos desastres de una guerra es una obra sincera y es necesaria. Nos demuestra que se puede hacer un relato más poético y menos vehemente del pasado sin perder por ello la mirada afilada e inconformista. Retrata con sutileza heridas que todavía palpitan porque nunca se han cerrado y nos señala somos actores y responsables de este pasado y de su presente. No fuimos sus protagonistas, pero somos sus herederos.

Crítica realizada por Diana Rivera

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