novedades
 SEARCH   
 
 

03.02.2023 Críticas  
Risas aseguradas y ritmo en todos los sentidos

Hace ya 18 años que el Teatreneu de Barcelona programa Improshow; un espectáculo de improvisación donde los actores suben al escenario sin guión. Hace casi un año, Planeta Impro presentó una nueva propuesta aún más arriesgada: Impro Music Show, un espectáculo que combina comedia con musical sin dejar de lado el exitoso formato de improvisaciones.

La calle Terol, en el bohemio barrio de Gràcia de Barcelona, alberga el Teatreneu, que todo barcelonés asocia ya con el espectáculo Improshow. El público fiel llena la sala semana tras semana –de hecho en éste enero han colgado el cartel de “entradas agotadas” todos los fines de semana- y vale la pena anotar que el espectáculo se ha situado un año más, en el ránking de los 5 espectáculos más vistos en la cartelera teatral catalana.

En Impro Music Show, el público disfruta de un formato aún más dinámico si cabe, donde la compañía crea escenas a partir de las frases que las personas escriben en un papel justo antes de entrar en la sala. En el primer juego que los actores proponen, el espectador ya verá hacia dónde se dirige la novedad de éste formato, pues las historias se contagian de ritmo. En esta nueva versión, a parte de los actores, en escena hay una pianista profesional, Berta Peñalver, que improvisa melodías y propone juegos a través de su música. Distintos géneros aparecen en el escenario, con personajes variopintos y una cadencia que no deja de ser frenética en ningún momento. Desde el flamenco cantado por una francesa dueña de una funeraria, hasta el reggaetón bailado por una abuela; el escenario se llena de surrealismo y la platea se llena de risas y más risas.

El trabajo actoral de Pepo Flores, Aleyda Puerto y Alexandra Flores es increíble especialmente por la agilidad mental que requiere improvisar una escena y darle fuerza en tan solo cuestión de segundos. Es imprescindible destacar la versatilidad interpretativa y la complicidad entre los tres, pues sin éstas dos características sería prácticamente imposible que el público conectara con la propuesta. Además, aún es más atractivo que se vayan conectando las escenas entre sí, de modo que, mientras te ríes de lo que ves, te ríes también de lo que los actores hacen referencia, que no es más que lo que has visto hace unos minutos y que aún te hace sonreír. En el escenario no vemos solamente distintos géneros musicales, sino también distintos géneros teatrales. En una misma noche vivimos un crimen en Estados Unidos, un romance de época o un viaje al Raval de Barcelona protagonizado por una mujer de la burguesía catalana. Para ayudarnos a adentrarnos en cada escena, se proyectan imágenes de distintos lugares y se va jugando con las luces en unos cambios muy frescos y dinámicos, gestionados por Nico Rivero.

Claro está que en el escenario también nos vamos a encontrar estereotipos. Las características asociadas a cada colectivo social ayudan a que los actores aporten rápidamente sus ideas, con propuestas que, en ocasiones, se escapan de lo política o moralmente correcto.

No tiene sentido contar nada de las historias que se dan en escena, pues nada de lo que se cuente será lo que verá el público que asista a la próxima función en el Teatreneu. Y es que el espectador decide los temas y la compañía el formato, ofreciendo cada noche un show único cargado de frescura y espontaneidad. Una propuesta de entretenimiento que estoy segura que seguirá con su mismo éxito año tras año.

3, 2, 1… impro!

Crítica realizada por Maria Sanmartí

Volver


CONCURSO

  • COMENTARIOS RECIENTES