novedades
 SEARCH   
 
 

18.01.2023 Críticas  
¿Hasta dónde llegan tus principios?

La Sala Versus Glòries de Barcelona acoge Els Rapinyaires, una obra sobre la especulación inmobiliaria y la ambición. Un texto de Roc Esquius que camina a caballo entre la comedia y la crítica social y una ambientación que podría llevarnos, a ratos, al thriller.

El título de la obra al completo, Els Rapinyaires. Una comèdia on tot està a la venda, describe a la perfección lo que se ve en escena. La historia se sitúa en los años 80, cuando una pareja joven se muda a un pueblecito para mejorar su calidad de vida. El personaje de Clara, (interpretado por Rafaela Rivas) ha tenido un infarto y el médico le ha recomendado la calma y el aire puro de los Pirineos. Pero la nueva vida elegida por ella y su compañero Bernat (Óscar Jarque) se verá afectada de forma inmediata por el interés del alcalde del pueblo y de una vecina, de comprar su vivienda sea como sea.

Paralelamente a los hechos que les van sucediendo a la pareja, Bernat explica -con una afectación propia de un hipocondríaco- que acaba de observar un ave intentando cazar un conejo. Una narración a modo de fábula, que aparece reiteradamente y que toma su máximo valor al final de la obra, cuando el espectador ata todos los hilos de la metáfora cargada de referencias a los fondos buitre, la ambición, las amenazas y la persecución.

El texto de Roc Esquius arranca con un ritmo frenético que se mantiene a lo largo de la obra y que encuentra su punto más álgido en el desenlace, con varios giros de guión plagados de nervios, revelaciones y surrealismo. Aunque el punto de partida del texto es de gran interés y actualidad, a ratos el público se aleja de lo que sucede en escena debido a un exceso en las interpretaciones, donde las expresiones, los gestos y el tono elevado, se alinean con una intensidad caricaturesca propia de la parodia. Esto es más notable en la interpretación de los actores jóvenes, y se reduce con Roser Batalla y Ramon Godino.

En cuanto a la ambientación, la Sala Versus Glòries tiene un formato que permite al público estar cerca del escenario y verlo todo desde una perspectiva privilegiada. Una sala pequeña que, en este caso, juega muy a favor de la obra, que se sitúa en el interior de un hogar. Vale la pena destacar la escenografía, a cargo de la misma compañía, que retrata perfectamente una casa que podría ubicarse en cualquier pueblo pequeño en la naturaleza. Muebles grandes y viejos, chimenea, retratos en blanco y negro de mujeres con mirada perdida, cortinas de plástico y polvo. Mucho polvo. Una neblina blanca que ofrece un toque de misterio a la historia.

Interesante es también la forma de representar el paso del tiempo, marcado por el cambio de luces y los sonidos. Pájaros y campanas especialmente, nos marcan el cambio de horas y días sin la necesidad de que los actores salgan y entren a escena constantemente. Una propuesta práctica y original a cargo de Dani Gener y Mag Ramó.

La obra, que mantiene un tono de comedia constante aunque a ratos se pierde en gags demasiado surrealistas, propone dos reflexiones: la primera, acerca de la burbuja inmobiliaria y del constante cambio de valor que se da a los hogares. La ambición toma, cada vez más, las ciudades y los pueblos, convirtiendo los lugares en experiencias turísticas, resorts y viviendas sin personalidad. Como dicen en la obra, “una casa es un lugar donde vivir, no un producto”, aunque tristemente, no siempre sea así. La segunda propuesta reflexiva que nos ofrece el texto, es sobre los principios morales que aparentemente tenemos bien enraizados pero que están llenos de una fragilidad que sucumbe a las tentaciones del poder.

Para terminar, cuando las actrices y los actores ya han saludado y han sido aplaudidos; y las butacas se van iluminando, la compañía se dirige al público y nos anima a seguir disfrutando de la cultura recordándonos que “un país sin cultura, es una presa fácil para los buitres”. Un lema que vale la pena no olvidar.

Crítica realizada por Maria Sanmartí

Volver


CONCURSO

  • COMENTARIOS RECIENTES