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05.12.2022 Críticas  
Medley a la Française

La Sala Principal del Teatro de la Abadía de Madrid se llena de humor, música, alegría y aplausos en este montaje de Ay Teatro. Álvaro Tato ha escrito una verdadera fiesta en torno a la figura del gran comediante francés. Vive Molière es una fiesta.

Vive Molière es un divertimento desenfadado y honesto en torno a la figura de Jean-Baptiste Poquelin, universalmente conocido como Molière. Nacido en 1652 e hijo del tapicero Real. Criado en París, estudió derecho hasta convertirse en abogado. Pero su vocación era el teatro. Fundó su propia compañía de teatro y alcanzó la fama universal gracias a sus comedias. El Enfermo imaginario, Don Juan, El misántropo y un largo etcétera. Cualquier amante del teatro se ha encontrado frente a un texto de Molière y lo ha gozado. Este montaje que se presenta en la Abadía es un compendio de escenas de sus obras, siguiendo su biografía y con la Diosa Fama como hilo conductor del medley teatral.

Contar de base con los textos de Molière es ya un sólido punto de partida. Pero lo que podía haberse quedado en una simple guía didáctica de la vida del comediante se convierte en un apasionante viaje a lo largo de su vida y obras.

Un portentoso y multidisciplinar elenco dirigido por Yayo Càceres que saca lo mejor de todos ellos. Laura Ferrer como la Diosa Fama, desesperada por encontrar el amor de un hombre. Se deja aconsejar por sus sirvientes y acaba rendida al talento de Molière. Mario Portillo encarna a Molière con la gracia y bufonería que se le supone. Kevin de la Rosa simplemente está hilarante en toda la retahíla de personajes que encarna, le sigue al paso Juan de Vera. Completa el magnífico elenco la soprano Marta Estal, interpretando la música en directo y brindando su espléndida voz a muchas de las melodías. Todos ellos se desdoblan en múltiples ocasiones y deslumbran en cada mutación, consiguiendo que los noventa minutos pasen como un suspiro. Consiguen el aplauso espontaneo del respetable en más de una ocasión. Mucho tienen que ver también para el resultado redondo la divertida escenografía y el vestuario de Tatiana de Sarabia.

Vive Molière es un soplo de aire que refresca la tan a veces aturdida cartelera. No pretende aleccionar, ni remover culpas. Solo pretende entretener desde un lugar muy noble y muy reconocible. Desde el teatro más reconocible, de ese teatro que quiere asombrar desde el humor bien hecho y bien interpretado. Solo les puedo recomendar que vayan a dejarse enamorar por la Diosa Fama, por el ingenio de Molière y por todo ese mundo de personajes entrañables, divertidos, exagerados del universo Molière. Les prometo que la ligereza con la que saldrán de la Abadía se les quedará pegada todas las Navidades.

Crítica realizada por Moisés C. Alabau.

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