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15.09.2014 Entrevistas  
«La diferencia entre hacer y no hacer solo es hacer»

Este fin de semana llega al Coliseum de Barcelona EL INTÉRPRETE. Un espectáculo lleno emociones que revolucionará la ciudad condal. En Platea hemos entrevistado a su «intérprete», Asier Etxeandia, para que nos explique de dónde nace el espectáculo y hacia donde nos lleva este «viaje musical».

¿Quién es Asier Etxeandía?
Uff, no me pidas que me defina. Huyo de las definiciones; lo intento poner como meta total. Cualquier cosa en la que veo que me instalo o que me define, me aterroriza y entonces intento salir. Incluso, intento que ni EL INTÉRPRETE tenga una definición concreta de si es un show, un concierto, un musical, un monólogo, un performance… no me gusta. Y lo mismo busco yo como artista porque me limitaría bastante si me defino. Te puedo decir que estoy en búsqueda.

¿Qué papel tienes en el espectáculo? ¿Qué hilo argumental tiene el “personaje”?
EL INTÉRPRETE no tiene un personaje; soy yo con nueve años en mi habitación. Son los sueños y momentos imaginarios que tenía en ese momento que me salvaban de la cotidianidad – que sobretodo era la música -, con todo lo que me rodeaba, mis anhelos, que son la base principal de lo que me dedico ahora.
El show pasa de un lugar de performance, de ritual psico-mágico, a un concierto que doy para mis amigos invisibles; el público que yo imaginaba entonces. Es un momento en el que futuro y presente se juntan con el pasado en un lugar concreto, en tierra de nadie, donde el tiempo no existe; en el sueño del niño que, de alguna manera, ha soñado con tanta fuerza en la fisicalidad, que lo convierte real.

Una necesidad…
Eso es un poco el viaje de EL INTÉRPRETE. La elección de unas canciones que fueron necesarias en mi vida, contándolas desde la visión del adulto, la importancia de la madre, de mi padre, de lo que me ocurrió de pequeño… Explicado todo desde la posición del adulto, porque el adulto necesita contarlo a los demás para que ellos también se sientan libres.
Ese niño que lloraba con nueves años necesitaba ser libre, necesitaba expresarse a si mismo, necesitaba ser artista, ser raro y llevarlo como bandera; necesitaba no estar solo y pensar que había mucha más gente que no veía las cosas igual que él. Ese es el mensaje que se intenta dar.
Digamos que en EL INTÉRPRETE no hay personaje, pero si hay una motivación y una energía concreta, un mensaje clarísimo que tiene que ver con la atmósfera y con la energía directa hacia el público.

¿Podríamos entenderlo entonces como una pequeña sesión de psicoanálisis?
Psicoanálisis no porque el psicoanálisis es mental y esto es exclusivamente emocional; emocional y energético. Es como una especie de crecimiento del ave fénix; tiene que ver con ser tu mismo hasta el final. Es realizar un recorrido de auto-realización, terminando en un increscendo.

El público es una parte importante del espectáculo.
Sí, son mis amigos invisibles. Se convierten en un personaje en sí mismos pero no porque yo les obligue a hacer nada, sino porque les coloco en un lugar concreto. Ellos deciden jugar ese rol inconscientemente. Quieren ser tan perfectos como yo me los imaginaba. Mis amigos invisibles no juzgan, son un público culto, son gente empática que me quiere y se quieren a si mismos. Ellos quieren jugar. Juegan ese rol y quieren celebrarse a si mismos. Se sienten acompañados por mi y yo por ellos; nos queremos todos. Hay un momento en el que personaje y música pasan a segundo plano y lo importante es lo que pasa en el ambiente. Es como un gran “polvazo” que hay entre el público, los tres músicos y yo. Es como de repente… ¡¡¡joder, si estamos vivos!!!

No nos olvidemos de la coreografía que se marcan…
Sí. Hay una canción, “Tu te me dejas querer”, con la que creamos una especie de flashmob porque tiene que ver con el mensaje que expresa. La letra y los arreglos de la canción, – que tiene un poco de circo, más bien entre circo y cabaret con un estilo del swing de los años 30-40 -, nos pareció que encajaba perfectamente dentro de la atmosfera y era una buena forma de hacerlos partícipes.
Es una coreografía muy sencilla que tiene que ver más con la actitud que con lo que se hace. No es una coreografía que se tenga que aprender antes del espectáculo, lo que pasa es que la gente se la sabe de memoria del video que colgamos en internet y cuando vienen e inmediatamente la hacen, a mi se me ponen los pezones como escarpias al verlo. La gente se la aprende al momento porque lo importante no es aprenderla sino hacerla. Es como en la vida, la diferencia entre hacer y no hacer solo es hacer.

Las canciones de los artistas que interpretas en el espectáculo cantaban verdades. ¿Asier tiene que contar muchas verdades?
Cualquier actor, cualquier artista, cantante, performer, pintor, cualquier persona que se dedique al arte sabe que tiene que ser desde la verdad absoluta. Ser honesto es lo principal, sino, no tiene ningún interés ni para los demás ni para ti mismo. No creo en los artistas que no tengan esa necesidad. Solamente en el manierismo no nos sirve de nada.
Yo sí necesito contar verdades pero no porque tenga necesidad de contar mi vida privada, eso no me interesa en absoluto, sino por encontrar un punto en común de empatía o de conexión. Sé que mi verdad, aunque yo sea muy diferente a ti, va a sacar la tuya. Si yo me desnudo, eso va a hacer que tu también te desnudes. Lo que das es lo que recibes. Si yo no me desnudo, si no doy la verdad con lo que yo estoy comulgando que es esa sensación de libertad y de exponerse, cómo lo va a hacer el resto.
Necesitaba contar las cosas que me están preocupando desde hace mucho tiempo: el exceso de juicio hacia los demás, el preocuparnos siempre más por lo que hace el otro mal en vez de auto-espiarte a ti mismo, de buscar las revoluciones externas en lugar de la revolución interior, contar a los cuatro vientos mi amor por mi madre, necesitaba brutalmente que todo el mundo lo supiera, homenajear a mi niño que lo pasó fatal, es decir, al yo con nuevo años y a todos los que lo pasan mal y sufren o han sufrido bullying. Me parecía justo, y mi trabajo es para hacer justicia.

¿Cómo se te ocurre hacer EL INTÉRPRETE? ¿De dónde nace?
Nace de la necesidad. Necesitaba cantar urgentemente. Mis socios lo vivían muy de cerca, era algo que estaba muy latente.
EL INTÉRPRETE no era un montaje pensado para llenar los teatros. Incluso teníamos claro que mi vida no le importaba a nadie; estaba pensado más como un exorcismo con mucho amor para transmitir al publico que viniese a verme. Pensábamos que íbamos a hacerlo en cuatro clubs.
Como decía, fue creado desde la necesidad de cantar y contar todo lo que os he explicado. En seguida encontramos las piezas perfectas, las personas, las almas perfectas para que todo esto fuera. No fue premeditado, no hubo ambición económica, lo hicimos en un momento de sequía brutal de trabajo, arriesgando más de lo que se tenía. Sin que te den nada a cambio, sin ganar ni un duro. Creo que de lo que se da es lo que se recibe, y hemos dado mucho.

EL INTÉRPRETE lleva un año pisando los escenarios españoles. Esta semana estarás en Barcelona, pero la gira no se detiene: Murcia, Ponferrada, El Ferrol, Lanzarote, Tenerife. Las fechas no paran de aparecer y siguen en 2015. En la mayoría de plazas tiene un éxito rotundo. ¿Cómo se vive con el panorama cultural que hay actualmente?
Estamos llenando los teatros y estamos haciendo una de las giras más extensas de cualquier compañía de este país. La verdad es que no salimos de nuestro asombro.

Asier es polifacético. Actúas, cantas, bailas, ¿Qué te queda por hacer? ¿Qué proyectos tienes previstos?
Mi sueño realmente es que Factoría Madre Constriktor siga creciendo y que pueda aportar, a mi como artista y a la cultura de este país, el poder colaborar con más artistas y crear situaciones fantásticas. No sé dónde nos puede llevar y, como no me gustan las definiciones, no quiero quedarme solamente con que voy a hacer solamente obras de teatro.
La música es un factor muy importante en mi vida. Estoy rodeado de músicos pero también de artistas de todo tipo de disciplinas y me gustaría crear una especie de factoría de producción en el que todo artista se sintiera libre y tuviera cabida y lanzamiento.
Creo profundamente en la responsabilidad del artista con la sociedad y con la comunidad. Hemos de crear empatía, crear cultura. La cultura no es para ser más listos, es para ser más empáticos con el que tenemos enfrente. Si entiendes algo más desde aquí me vas a respetar más, no me vas a juzgar. Ese es el sueño principal que tenemos desde factoría.

No te pierdas EL INTÉRPRETE en el Teatre Coliseum de Barcelona del 19 al 21 de septiembre. Entradas ya a la venta en puntos habituales.

Si quieres saber cuándo pasará por tu ciudad, sigue la gira de EL INTÉRPRETE aquí.

*Fotografía de Asier realizada por Blanca Serrano

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