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18.05.2022 Críticas  
Un brindis por el teatro

Desde el pasado 5 de mayo, el Teatro Reina Victoria de Madrid acoge la comedia dramática Entre copas, una adaptación de la exitosa película homónima estadounidense que narra la historia de dos tipos de mediana edad con personalidades completamente antagónicas que hacen un viaje de varios días a unos viñedos.

Entre copas es la adaptación teatral de la aclamada película de Alexander Payne que arrasó entre crítica y público y que está basada, a su vez, en la novela de Rex Pickett. La obra nos habla de dos amigos en plena crisis de mediana edad que se van de despedida de soltero a las zonas vinícolas que tanto agradan al más tímido de ellos, todo un experto en vinos. El otro, busca cualquier oportunidad para desmadrarse con la excusa de estar a punto de contraer matrimonio habida cuenta de que no sabe diferenciar entre un Gran Reserva y un vino de tetrabrick.

La trama es muy acertada e ingeniosa y Garbi Losada y José Antonio Vitoria realizan un bonito trabajo adaptando cuidadosamente la obra con diálogos ágiles que fluyen como el vino que hay sobre las copas de los protagonistas. El ritmo es frenético y crea todo tipo de situaciones que captan nuestro interés y nos mantienen en vilo de la mano de cuatro personajes muy bien construidos e interpretados.

Juanjo Artero y Patxi Freytez nos sorprenden gratamente con su trabajo interpretativo, además de su desparpajo en escena, su naturalidad y su admirable expresión gestual. Da gusto ver lo bien que ambos se compenetran, haciendo las delicias del público que no pierde ni el más mínimo interés durante los noventa minutos que dura la función. El actor que se dio a conocer en la mítica serie Verano Azul demuestra una gran versatilidad de la que merece la pena disfrutar en directo, es sobresaliente la soltura que tiene en el manejo corporal y es que hay que reconocer que está estupendo. Su compañero, popular gracias a su papel en la serie española El Comisario, demuestra una presencia llena de fuerza mientras transita con mucha credibilidad por todo tipo de sentimientos y emociones que son la viva representación de la vida humana. Su tirón comercial es innegable y junto a las actrices Ana Villa y Elvira Cuadrupani forman un enérgico elenco en el que merece la pena destacar, por encima de todo, la gran química existente entre todos los componentes. Es innegable que tienen una enorme complicidad y que están compenetrados a la perfección desde el principio hasta el final, logrando involucrar de manera constante a los espectadores y espectadoras.

Una escenografía bastante sencilla y funcional -manejada por los propios actores-, junto a un cuidado juego de luces son los encargados de dar vida a esta historia que, desde su estreno, goza de un éxito más que merecido. Lleno casi absoluto y gran expectación que se suma a la ingeniosa dirección de Garbi Losada que saca el máximo partido a esta pieza teatral.

En definitiva, a quién no le puede apetecer un brindis por el teatro en clave de humor con interpretaciones brillantes. ¡Chinchín!

Crítica realizada por Patricia Moreno

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