Morgan volvió al Teatro Circo Price de Madrid y, de nuevo como parte del cartel de Inverfest, no en una sino en dos fechas, 29 y 30 de enero, con un concierto vibrante en el que la banda giró con su último trabajo The river and the Stone lanzado en octubre del año pasado.
Morgan fue puntual. Apenas unos minutos después de las siete, la voz de Nina (Carolina de Juan) rompía el expectante silencio con Hopeless Prayer el primer tema del último álbum al que siguió el segundo River, un verdadero río imparable con tintes folk elegante y exquisito.
El orden del último álbum concluyó en este punto y los temas de The River and the Stone se combinaron libremente con las grandes joyas de los trabajos anteriores Blue Eyes, Attempting, Goodbye, Flying Peacefully or Work. No obstante el golpe de efecto surgió con el potente Paranoid Fall en la que Morgan demuestra que el rock no es un accidente casual en su música. Nina abandonó la trinchera de su teclado y vestida de rojo en mitad del escenario nos arrastró en esa caída en la que la guitarra de Paco López sobresalió y la base rítmica retumbó en el pecho.
Nina reconoció tras terminar esta pieza que se siente desubicada en el papel de solista pero creo que secretamente todos queremos un poco más de ese tímido protagonismo.
Obviamente hubo espacio para las baladas en castellano y la catarsis tuvo lugar con Volver que junto a Un recuerdo y su Rey del último trabajo y Sargento de Hierro han convertido a esta rara triada en castellano en un himno de esta banda que corearíamos si el nudo en la garganta nos lo permitiera.
No obstante, el golpe de efecto, el que te deja de verdad sin aliento, llegó tras los reclamados bises. Arrancaron con el hipnótico Alone de su último trabajo, la verdadera joya de la corona. Una pieza que recuerda a Michael Kiwanuka y como su Cold Little Heart te atrapa en los coros iniciales para hacerte descender en una espiral de la que uno no querría salir. Siguieron los esenciales de sus dos primeros trabajos: Home y Another Road (Gettin’ Ready) este último tiene el estribillo más potente de su discografía hasta la fecha y todo el color de un atardecer en carretera. La canción perfecta para este viaje que, sin embargo estaba a punto de terminar.
El cierre fue íntimo y sobrecogido. Paco y Nina a solas en el escenario, sin banda, a pura voz y guitarra acústica tocaron Marry You con el que despidieron casi dos horas magnéticas de pop, rock, soul, gospel y blues pero también folk y jazz.
Hay que hacer una mención final y merecida a las nuevas incorporaciones que la banda ha incluido en los directos tras la marcha de Alejandro Ovejero “Ove” y que junto a Nina, Paco López en la guitarra, Ekain Elorza a la batería y los teclados de David Schulthess “Chuches” hicieron que el espectáculo de este fin de semana vibrara como la más perfecta grabación. Ellos son Alejandro Climent “Boli”, que reemplaza a Ove en el bajo y Gabi Planas al teclado, coros, maracas, congas y todo lo imaginable en percusión que aportan profundidad y enriquecen los directos.
Hay algo en Morgan que es clásico pero moderno, algo brillante y elegante. Lo del Circo Price no fue un bolo, fue una liturgia con Nina al frente a la que un público fiel nos entregamos sin reservas. Aún resuenan los ecos del último concierto y ya extrañamos ese rezo con el que empieza la ceremonia “Somos Morgan y vamos a tocar unos temitas”.
Crónica realizada por Diana Rivera
