Inicia el Teatro Real de Madrid su ciclo anual de recitales con un concierto de excepcional calidad. La soprano noruega Lise Davidsen acompañada al piano por Leif Ove Andsnes ofreció un repertorio sobrio pero de gran belleza. Un descubrimiento a la altura del Real.
La joven soprano noruega Lise Davidsen es ya una de las firmes promesas a seguir. Con una carrera que ha despuntado en los dos últimos años se ha consagrado como una de las nuevas voces operísticas. Aprovechando en lanzamiento de un álbum dedicado a su compatriota Edvard Grieg nos dio la oportunidad de conocer un poco más a este compositor clave del romanticismo musical. Con canciones que evocan la naturaleza y el amor. En un dialogo entre las montañas y los animales. Los primeros amores y la primera ruptura. Canciones de un lirismo extraordinario que en voz de Lise Davidsen hicieron las delicias de un público entregadísimo.
La primera parte dedicada a Grieg estuvo seguida de una segunda parte dedicada a Richard Strauss y Richard Wagner. En las canciones de Strauss soltó Lise Davidsen ese poder controladísimo, alcanzando cotas de gran belleza. Terminó con un breve repertorio wagneriano de gran sutileza.
Al piano un virtuosísimo Leif Ove Andsnes hizo que la velada fuera perfecta. Desarrollando con un tempo pausado pero firme la belleza de las distintas piezas.
Un acierto del Teatro Real traer a esta soprano nórdica a estas latitudes más sureñas, para hacernos gozar no solo de la altura física de la soprano, sino de la gran altura vocal de la misma. Un regalo para los oídos en este inicio del 2022.
Crítica realizada por Moisés C. Alabau.
