novedades
 SEARCH   
 
 

17.12.2021 Críticas  
Un montaje cargado de verdad y violencia

El Teatre Nacional de Catalunya de Barcelona programa hasta el 23 de diciembre la obra Prostitución. Una obra de teatro documental creada por Andrés Lima y Albert Boronat y interpretada por Carmen Machi, Nathalie Poza y Carolina Yuste. Un texto que nace en la calle y que nos presenta historias basadas en testimonios reales.

En torno a 100.000 mujeres ejercen la prostitución en España y entre 30.000 y 40.000 podrían ser víctimas de la trata de seres humanos en nuestro país. España es el tercer país del mundo con más consumo de prostitución, después de Tailandia y Puerto Rico. El 39% de varones españoles, según Naciones Unidas, ha pagado por mantener relaciones sexuales en alguna ocasión. Un negocio que mueve cinco millones de euros diarios y que se normaliza y admite por la sociedad, ignorando el intenso sufrimiento que conlleva.

Estos datos que Nathalie Poza explica al inicio de Prostitución, dejan a una sala congelada, y prácticamente muda, tratando de entender lo que van a ver durante las 2 horas siguientes. Un alegato claro, conciso y sin filtros a lo que evitamos ver. A lo que no queremos conocer. Porque, como dicen por ahí: «Si no lo veo, no lo creo».

Prostitución es un espectáculo que pone en el centro un problema social «oculto a voces». Una obra teatral documental basada en los textos y testimonios reales de Virginie Despentés, Amelia Tiganus, Juan Cavestany, Ana María, Isabela, Lucía, Alexa, Lukas, Alicia y la Sra. Rius; y en la información de profesionales expertos y en el trabajo con asociaciones como Caritas, Juezas por la Democracia o APRAMP (Asociación para la prevención, reinserción y atención a la mujer prostituida). Todos estos testimonios, nos presentan personas que sufren o que han sufrido la Prostitución. Pero no solo sufren un trabajo que la mayoría quisiera abandonar, sino que también sufren la lacra que conlleva en una sociedad que les hace sentirse inferiores.

Lo que Andrés Lima nos presenta sobre las tablas del TNC es un texto impactante que evita caer en el morbo y en la sordidez. Lo que aquí se busca es la «p*ta realidad» y así se nos muestra: sin tapujos.
Lima no se centra en lo fácil, no le interesa lo banal; eso ya lo podemos encontrar en ciertos programas de televisión. Aquí se habla de la trata de mujeres, de su sufrimiento y de la violencia. Se exponen las razones por las que ellas (y ellos) se dedican a esta profesión. Durante 2 horas sin pausa, nuestro corazón se detiene cuando las chicas hablan de la violencia sufrida, de las violaciones, del constante miedo a la muerte o, incluso, de sus sueños olvidados.

Para poder mostrar estas historias al público, Lima se ha rodeado de tres actrices que nos dejan al borde del llanto y la rabia: Carmen Machi, Nathalie Poza y Carolina Yuste. Entre ellas, dan voz a multitud de prostitutas. Desde la que ejerce en la calle hasta la que lo hace en un prostíbulo. Mayores, jóvenes, con hijos, maltratadas… algunas de ellas, muchas, asesinadas.
Como un torbellino, las tres actrices se meten en la piel de todas ellas para mostrarnos una realidad que tenemos delante. Sus interpretaciones son cercanas, lo que dicen es real, lo que escenifican le ha pasado a más de una y, esto, nos pone los pelos de punta. Todas presentan un montaje que nos clava en la silla y nos retuerce el alma hasta niveles insospechados.

En la parte técnica, reseñar el trabajo de Laia Vallés y Bru Ferri quienes se encargan de realizar la banda sonora en directo. La música que muestran es oscura, tensa, asfixiante… manejando un sentimiento de ansiedad constante que, en algunos momentos, explota para hacer entender al público lo que estas mujeres sufren diariamente.
Por otro lado, destacar la escenografía de Beatriz San Juan y la iluminación de Valentín Álvarez. En conjunto, nos acercan a todos los escenarios posibles de las historias verbalizadas. Desde el frío monte, pasando por un polígono industrial, hasta llegar a un burdel de mala muerte lleno de neones. Un trabajo cuidado que nos presenta un mundo sórdido delante de nuestros ojos.

Prostitución es un montaje incómodo pero necesario. Cargado de verdad y violencia. Un montaje necesario para una sociedad que solo mira por ella misma y que da la espalda a sus semejantes cuando más los necesitan.

Crítica realizada por Norman Marsà

Volver


CONCURSO

  • COMENTARIOS RECIENTES