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11.11.2021 Críticas  
Tan solo 20 años después

Quedan solo unos pocos días para ver el último proyecto que presenta Alícia Gorina en la Sala Fabià Puigserver del Teatre Lliure de BarcelonaAquell dia tèrbol que vaig sortir d’un cinema de l’Eixample i vaig decidir convertir-me en un om es la reapropiación que hace la directora de la historia de Las vírgenes suicidas, opera prima de Sofia Coppola en celuloide.

Cuando hablamos de Aquell dia tèrbol, hablamos de un trabajo conjunto de ocho mujeres: dirección, dramaturgia, espacio escénico y vestuario y las cinco actrices, quienes han moldeado y dado forma a las vidas de las hermanas Lisbon convirtiéndolas en un encuentro con la adolescencia femenina actual. Si en la novela de Jeffrey Euginedes con final fatal son los hombres los que ponen el foco en ellas, estas jóvenes lolitas de los 70, en su obra Gorina decide que sean ellas, las Lisbon, o Alícia, Blau, Roc, Abril y Lea las que nos expliquen, a través de su mirada y en esta especie de auto-ficción, sus historias, sus sentimientos y reflexiones y lo que vive una adolescente en el 2021.

Las chicas abordan sus aspiraciones, sus inquietudes, su sexualidad, la relación con el sexo opuesto, el suicidio… con su lenguaje, el de personas jóvenes pero que tienen algo que decir. El trabajo de dirección de Gorina con las chicas es excelente en lo que se refiere a interpretación. Siendo que ellas son las que tienen la mayor parte del texto, en la sala grande de un teatro público y teniendo en cuenta que para algunas es su primer trabajo profesional, hay que decir que las chicas brillan con luz propia. Frente a ellas, los dos adultos. Joan Carreras y Mia Esteve acompañan a las jóvenes en el recorrido, pero quedando relegados a segundo plano. Incluso diríamos que vimos a esta última, en alguna ocasión, con algún que otro problema para naturalizar sus líneas. Aún así, el momento del ensayo de escena en la cama es una gran idea que ambos ejecutan, ahora sí, con grandeza y desde el espacio del experimentado actor.

La idea que me transmite Aquell dia tèrbol es que necesitamos escuchar más a las chicas jóvenes. Que sí tienen cosas que decir. Que buscan luchar por una estancia en este planeta con sentido y desde la libertad de acción y expresión. Que el sistema las cosifica, pero que hay que acabar con ello. Todo eso se explica en el texto de Eleonora Herder, quien ha intercalado partes del original con lo que las cinco chicas cuentan. Pero también ha hecho un gran trabajo de vestuario y escenografía Sílvia Delagneau (junto a Max Glaenzel) al recrear vestidos y espacios estereotipados (gran parte evocando las fiestas de graduación americanas donde la chica no era más que la acompañante elegida por ellos y ya) que quedará finalmente relegado por algo tan superior como las estrellas para sustituir (en palabras de la propia Delagneau) el geocentrismo por el heliocentrismo. ¿Sobre qué o sobre quién tiene que girar la vida?

La música también juega un papel importante, no solo porque la obra lo requiere, sino porque es una realidad en la vida de la gente joven de hoy. De hecho, se han creado las listas de reproducción de la música de los 90 y de las del 21 que van sonando. Clara Aguilar se hace cargo de ello. Y es un gran acierto a nivel teatral el clima que se consigue cuando Abril Pinyol canta para sus hermanas con el ukelele.

El Lliure apuesta por las mujeres y por la juventud para producir teatro contemporáneo con el que llegar a todas las personas de la sociedad, accediendo a diversas capas. Teatro con el que uno no solo se entretenga, sino con el que pueda cruzar la barrera generacional. Teatro que uno pueda mirar mañana y pueda decir: nosotros lo intentamos. Alícia Gorina y su equipo le dan la vuelta a Las vírgenes suicidas tan solo 20 años después.

Crítica realizada por Diana Limones

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