Sónar+D celebró su edición de otoño el pasado fin de semana y lo rompe demostrando que sigue más vivo que nunca y que está, sin duda alguna, listo para su edición de verano. Un festival lleno de música, arte y muchas emociones se juntaron en el CCCB de Barcelona.
Adentrarse a Sónar+D era sumergirse de nuevo en el universo Sónar, desplazarnos de un lugar a otro cambiando no solo de escenario, sino de mundo. Nada más acceder al recinto de CCCB te topabas con el Sónar Village, si el día anterior en el AI & Music S+T+ARTS teníamos una inteligencia artificial pilotando la música el fin de semana tuvimos varios Dj’s amenizando y gente bailando. La Niña Jacarandá desató unos buenos bailes entre toda la gente con unos ritmo urbanos con toques de electrónica, canciones pegadizas directas a las caderas. Pero si te apetecía más electrónica de baile seguro te engancharías a los ritmos de Misbah, un tech house con toques funk que animó bastante la tarde mientras más y más personar acudían al festival. Mucha variedad los dos días y unas ganas tremendas de bailar fuera la hora que fuera, pues la hora del vermut del sábado es sagrada y Pau Roca nos regaló su tech house más elegante directo del club al Sónar Village.
Pero sabemos que eso de estarnos quietos en un solo escenario es imposible, los amantes de Sónar son unos culos inquietos que saben que si quieres verlo todo te tienes que mover y es por ello que nos hicimos la ruta; del Electro Pop de Verde Prado brillando con su vestido lleno de reflejos y su melodiosa voz tocando sus sintes a la locura encarnada de Rakky Ripper y es que hay que vivir su show para entenderlo. ¿y cómo te quedas cuando ves a un cura al mando de los platos y suena la canción clásica de boda con el djboot lleno de flores y el pie de micro rodeado de ellas? pues tan atónito que no despegas la mirada del escenario e ignoras que Rakky se está dando una vuelta por el público sin que nadie pestañee ante ella. Desde luego por discreta no sería, pues la artista llevaba un atuendo de lo más original y llamativo; un vestido de novia formado por un corsé y una falda corta con lazos blancos que lo rodeaban, un ramo de flores negro y unas botas altas al estilo steampunk que todo junto parecía sacado de un anime. Ella, con sus dos coletas y pelo bicolor era una mezcla entre la mismísima Harley Quinn y La Purga. Original como ella sola y declarada hater de las etiquetas, pues Rakky Ripper se mueve entre electrónica, toques de trap, electro pop, hardcore… todo a un ritmo frenético moviéndose por todo el escenario y bailando con sus damas de honor que la bordaron. Conexión completa con el público que, aunque tímido al principio, no pararon de bailar, hasta hubo lanzamiento de ramo. Rakky no se cortó un pelo y decoró su directo con un montón de efectos de voz defendiendo su directo como una campeona ya demostró que su voz sin efectos es impecable. No se fue del escenario sin antes regalarnos un tema inédito o la aparición de Lvl1.
La noche se puso tensa con la lluvia y fue difícil seguir al descubierto, pero el control de aforo lo dificultó un poco ya que, si no habías entrado rápido tras tu cervecita te quedabas fuera para ver a Leon Vynehall. La organización reaccionó rápido y trasladó la cola de entrada al SonarComplex dentro del CCCB para evitar que la gente se mojara y poco a poco iban abriendo el acceso al show. En un ambiente underground y algo acalorado nos encontramos a Leon Vynehall haciendo una transición musical espectacular; desde lo más minimal a un techno algo más movido toqueteando sus sintes modulares con mucho mimo mientras los juegos de luces y los visuales orgánicos te absorbían y obligaban a bailar con calor, frío o humedad, contra todo pronóstico Leon Vynehall venció a la lluvia y nos regaló un set aterrador.
El SonarComplex empezó a vaciarse un poco más temprano ya que muchos temían por las colas para poder acceder al show Cora Novoa & The Artifacts. El SonarHall estaba ya concurrido desde minutos antes del inicio de la actuación. Una luz azul se hizo con el dominio de la sala y de repente salieron Cora Novoa y sus Artifacts, luciendo un mono amarillo, un grupo que Cora ha estado forjando, liderando y reinventándo, pues conocemos a la Cora Novoa que nos deleita con esquisita música electrónica, con su marca y con ese estilo genuino que la define. ¿Y qué Cora tenemos ahora? la que le ha dado la chispa de música urbana a esta banda formada por un bajo atronador que te hacía vibrar con una combinación de notas impecables, un batería incansable beat tras beat acompañados de una impecable voz interpretando todos los temas que iban desde reggaeton, trap con guiños de flamenco y dub. La gente bailó, cantó las canciones que se aprendieron al toque y no paró de animar a un proyecto que acababa de estrenarse en el Sónar+D. Simplemente maravilloso.
Sónar+D nos tiene acostumbrados a sus maravillosas instalaciones interactivas, instalaciones tecnológicas que rompen nuestros esquemas y lo hacen único y más divertido. Para bajar un poco los bpms de nuestro cuerpo venía de maravilla pasearse por la Exhibition Area y toquetear la esfera colorida de EXOHIVE que representa una forma de vida extraterrestre capaz de alertar al resto de organismos presentes en las esfera de la proximidad de un ente a la esfera creando color y movimiento, pasando de los verdes a los azules. I AM YOU trata la cuestión de quién somos, qué pasa cuando dejamos la tierra, ¿somos reales? ¿cómo nos trasladamos a un metaverso? El avatar que siempre has querido crear te esperaba en una cápsula que te escaneaba la cara y, a través de un QR en el móvil, te mostraba tu avatar en Realidad Aumentada y te permitía deslizarlo por todo el espacio que tuvieras disponible. De hecho, si guardabas el enlace, este te permitía sacarlo del CCCB y juguetear con él de manera infinita acompañándote allá donde vayas.
Hemos pasado un Sónar increíble, un Sónar de entrenamiento para lo que se avecina en junio 2022. Sónar ha vuelto y nos vuelve con el verano al completo. Nos vemos en Sónar 2022.
Crónica realizada por Nina Delgado
