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28.05.2021 Críticas  
Una Medea tan excelsa como su orquesta

El pasado 24 de mayo pudimos disfrutar de una excelente Medea en versión concierto en el Auditori de Barcelona. El monodrama, escrito musicalmente por Joan Manén y con dramaturgia de Ambrosi Carrión, estuvo interpretado por la Orquestra de Cambra Terrassa 48, el organista Juan de la Rubia, el pianista Daniel Blanch y la actriz Susanna Garachana.

La Asociación Joan Manén presentó, el pasado domingo 23 de mayo en el Auditori Municipal de Terrassa y el lunes 24 de mayo en el Auditori de Barcelona, Medea en el marco de la conmemoración nacional que impulsa el Departamento de Cultura de la Generalidad de Cataluña con motivo de los 50 años de la muerte del músico y compositor Joan Manén.

En 1932, en plena madurez creativa, Joan Manén escribió una de las obras más insólitas y originales de su catálogo, el monodrama Medea. Creada con la colaboración del dramaturgo Ambrosi Carrión, fue estrenada en el Palau de la Música de Barcelona por la famosa bailarina Àurea de Sarrà y el éxito que alcanzó permitió que se representara en varias ocasiones durante el 1933. Tras más de 60 años de su última interpretación, la Asociación Joan Manén recupera una obra que nos ofrece una mirada al pasado mitológico y nos adentra en los sentimientos vividos por la famosa sacerdotisa, arquetipo de mujer transgresora e independiente.

En la versión que pudimos disfrutar el pasado lunes dirigida escénicamente por Ignasi Cristià pudimos sentir el sufrimiento de Medea palabra a palabra. La estática interpretación corporal de Susanna Garachana nos introducía en un ser perturbado y dañado emocionalmente que se debatía entre la oscuridad y la vuelta a la luz. El renacer de Medea se expresó en forma de versos junto a las emocionantes interpretaciones faciales de Garachana que texto a texto nos introducía en un personaje cuya psique, destrozada por el pasado, intentaba resurgir de las cenizas. Una puesta en escena sencilla, directa y sobrecogedora que hacía que no pudiésemos despegar la vista de la actriz.

Junto a este maravilloso trabajo en escena, disfrutamos también de los visuales de Iago Blasi quien nos ayudó a entender aun más cómo se siente Medea en varios momentos de la escena cuando, en plena marea, el mar se embravece, la luna se enrojece o, esta misma, se pierde en una vorágine de destrucción interna que nos acercará al clímax y el resurgir de Medea.

Por último, se merece ser nombrado el vestuario de Miriam Compte quien, con dos sencillos pero espectaculares vestidos nos presenta a una Medea que pasa de ser sacerdotisa a mujer plena; resurgiendo de su desdicha y preparándose para lo inesperado.

Por otro lado, y anteriormente a disfrutar de Medea, la Orquestra de Cambra Terrassa 48 interpretó las obras de Lamote de Grignon i Toldrà; una visión estilizada del barroco de la Suite a la antigua y un ferviente homenaje al clasicismo en el Quartet per l’Art. También pudimos disfrutar de la sardana Camprodón de Manén con arreglos de Daniel Blanch.

Resaltar que pudimos disfrutar de un cuidado y minucioso trabajo por parte de la Orquestra de Cambra Terrassa 48 quien nos embelesó totalmente en sus interpretaciones de principio a fin. Fue un lujo escuchar sendas piezas mientras que la Sala 2 del Auditori de Barcelona se introducía en un absoluto silencio. Guiados por el concertino y director Quim Termens, realizaron un trabajo tan perfecto que fue altamente agradecido en los aplausos finales. Un lujo escucharles, disfrutarles y formar parte de una tarde diferente y fascinante.

Sinceramente, espero que este concierto de escasa hora y cuarto de duración no se quede aquí y visite más salas en nuestro país. Lo vivido el pasado lunes en el Auditori de Barcelona merece ser repetido y saboreado por todos.

Crítica realizada por Norman Marsà

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