La cantante lírica María Bayo pisa con fuerza las tablas del Teatre Poliorama de Barcelona para poner las cartas sobre la mesa y presentar su espectáculo Divina Cleopatra. Ella, fuerte y decisiva, expresa su sincera opinión sobre el machismo que existe sobre la mujer enfocándolo en el mito que tan bien conoce.
Lo de María Bayo no tienen nombre. Ella, quien durante sus años de carrera musical ha interpretado a mujeres fuertes que el hombre ha hecho desfallecer y ha llevado como complemento, rompe sus cadenas para presentar en escena un texto lleno de anécdotas personales que empoderan a la mujer. Una mujer que, basada en la figura de la menospreciada Cleopatra, no necesita ser empoderada sino escuchada y comprendida. Respetada.
Marc Rosich es el autor y director de este viaje teatral y musical a través de la figura de Cleopatra que también recoge las propias vivencias de la cantante. Con una sencilla y elegante escenografía de Sergi Corbera y un precioso y cambiante vestuario de Joana Martí, María nos presenta la historia de su vida entre viajes y escenarios internacionales.
Evocando el recuerdo de su primera interpretación de este personaje mítico, María Bayo comparte con el público su fascinación por una mujer fuerte y poderosa pero que la ficción y la historia han pintado siempre como una “femme fatale” voluble y libidinosa. Pero no solo se queda ahí la obra, puesto que en este viaje tanto teatral como musical, la cantante propone conocer a la última reina del imperio egipcio a través de reflexiones que se mezclan con su propia vida. Su disertación, entrelazada con la interpretación de gran variedad de temas (Handel, Sartorio, Hasse, Weill, Piazzola…), y acompañada de un inusual trío de acordeón, violoncelo y guitarra (Roman Gottwald, Joan Palet y Darío Barroso) bajo la dirección musical de Daniel Espasa, repasa su extensa carrera musical como cantante de ópera y nos habla de su experiencia en un mundo basado en la masculinidad.
María comparte con el público su fascinación por Cleopatra, una mujer fuerte, poderosa y que amó con libertad, pero de la que sólo tenemos constancia a partir de la visión sesgada de testimonios masculinos. Del mismo modo, todos los compositores o escritores que han acabado labrando su leyenda como personaje de ficción también han sido mayoritariamente hombres. Y es ahí donde María Bayo también tiene algo que decir. ¿Cómo debió ser Cleopatra en realidad? ¿Cómo y por qué la ficción nos la ha acabado pintando así, ambiciosa y libidinosa? Al fin y al cabo, Cleopatra, con su icónica muerte por el veneno de la serpiente, ha sido condenada por la historia del mismo modo que todas las heroínas de la ópera, siempre castigadas por haber soñado en amar y vivir libres. Sin renunciar a los oropeles del Hollywood clásico, la cantante nos acaba mostrando las mil facetas del personaje, metiéndose en su piel con citas que van de Shakespeare a Bernard Shaw.
En unas épocas donde la palabra del hombre era la ley, ¿tenemos la certeza que Cleopatra es como nos la pintan? Porque si hay algo que aún se perpetúa en el mundo es la constante dominación del género masculino.
Ahí es donde María nos conquista; donde nos hace pensar. Su recitativa forma de narrar hace que nos dejemos llevar bajo una batuta invisible de su labia. Dirigiendo majestuosamente la escena, Bayo nos hace pensar, discernir y entender que las mujeres han estado siempre oprimidas. Y lo siguen estando.
Mezclando sus puntos de vista sobre el polémico personaje con su propia experiencia vital, María Bayo, como mujer fuerte que se hecho a sí misma y que ha llegado muy lejos, lo ha tenido que pagar caro. Esto no es cosa de lustros. Actualmente, el machismo inconsciente sigue campando a sus anchas por nuestras vidas y no nos queremos dar cuenta. Al parecer, es mas fácil cerrar los ojos y evitar ver algo que nos haga pensar (o actuar), que hablar alto y evitar que ocurra. En un fin de semana que culmina con el Día internacional de la mujer, disfrutar de la historia que Bayo nos explica nos hace recordar que aun hay mucho por hacer; mucho que luchar.
Pocas veces música, canto y voz se han unido de manera tan cautivadora. Pocas veces, las mujeres han llegado al punto de crear un espectáculo como el de Bayo para defender la figura de la mujer y decir ¡basta!
Crítica realizada por Norman Marsà
