Cuatro actores para tres personajes elegidos por el público. El patio del Teatro Galileo ofrece en esta ocasión una comedia de calidad, El tiempo todo locura, con la garantía que supone la dramaturgia de Félix Estaire y cuatro fenómenos del escenario: Verónica Ronda, Camila Viyuela, Silvia de Pé y Ángel Ruiz.
A caballo entre las Tres Hermanas de Chéjov y Tenet de Christopher Nolan, El tiempo todo locura es una diversión escénica con unos mecanismos cómicos perfectamente engrasados y ensamblados por Félix Estaire, al cargo de la dramaturgia y la dirección. Presentada por el mismo elenco como una comedia unisex en la que da igual quién desempeñe los personajes de Hermane Mayor, Mediane y Pequeñe, nada cambia en el resultado ya que todos se han preparado los tres personajes (Verónica Ronda no, debutando en la función del estreno, confesando que a ella le faltaba un hermane por preparar, pero quién lo diría…).
Tres hermanas con sus taras personales se enfrentan a la muerte de la madre, pero una de ellas tiene la solución para evitarlo: unas pastillas de herbolario que permiten viajar en el tiempo para cambiar aquello que salió mal. Pero claro, todes sabemos lo que conlleva alterar el pasado, y las consecuencias en el presente. En mi función, Ángel Ruiz como Mayor, Verónica Ronda como Mediana y Camila y Silvia alternando de Pequeña; fueron el elenco final y cero sorpresas si digo que todo salió como era de esperar e incluso, superando las expectativas.
Todas las programaciones de veranos del patio del Teatro Galileo siempre han estado orientadas a un público muy determinado, con unos proyectos adaptados y entregados al espectador como este espera; y este es un teatro, repito, muy para los que les guste “ese” tipo de teatro (ya me entendéis). Pero El tiempo todo locura es una sorpresa y un proyecto escénico conciliador entre “ese” público y “el otro” público; un texto trabajado, sencillo, pero efectivísimo, con gags hilarantes, diálogos ágiles y tres actrices (Ángel Ruiz, permíteme la licencia) que se divierten con este juguete cómico que precisa justo eso, que no sea un mero trámite de soltar texto, sino disfrutarlo y desde la plena asimilación de ojo, tres personajes, disfrutar de la función.
Con una escueta escenografía a cargo de Almudena Bautista y muy puntual música de César Belda, que espero me disculpen la ausencia de elogio, El tiempo todo locura es una función fresca para disfrutar a la ídem de un espectáculo sin mayor pretensión que el divertir al espectador y crearles la curiosidad de qué elenco me tocaría en una segunda visita.
Ángel Ruiz está magnífico, siendo esto una perogrullada, pero es que al César lo que es del César; todo lo contrario a Lola Flores, porque él si que canta y baila y aún estoy esperando verle en una función en la que su intervención no sea reseñable. Casi ha finalizado el 2020 y esto no ha ocurrido. Verónica Ronda era mi segunda apuesta para ver sobre el escenario y tuve la suerte de disfrutarla una vez más. ¿A pesar? de solo haber tenido tiempo en 12 días de prepararse dos de los tres personajes, esto no queda en evidencia en ningún momento y precisamente hermana Mediana tiene sobre sus hombros gran parte del peso de la función como viajante en el tiempo. Divertidísima cómica, entrañable en el drama. Camila Viyuela y brevemente por su intervención, Silvia de Pé, están fantásticas como hermana Pequeña y la gestualidad próxima al clown de ambas es remarcable.
El tiempo todo locura es teatro cómico de calidad, apto para todos los públicos adultos, del que abarca todo el espectro de edades sin que este tienda hacia uno más maduro o juvenil. Félix Estaire ha creado el producto perfecto para finiquitar unas noches de verano aquejadas por toda la crisis sanitaria actual, pero en la que el simple hecho de desarrollarse al aire libre cumpliendo con toda la normativa en vigor, puede ser un aliciente más para todo aquel reticente a encerrarse a disfrutar de los seguros espacios teatrales bajo techo.
Crítica realizada por Ismael Lomana
