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13.07.2020 Críticas  
El Principito y el aviador

El pasado 7 de marzo, dió comienzo la tercera edición del Festival Internacional Canarias Artes Escénicas CAE con su primera representació, Antoine. La increíble historia del creador del Principito, obra de teatro musical que debutó en el Teatro Guimerá de Santa Cruz de Tenerife. Un inicio fuerte para un festival que promete no decepcionar.

Un espíritu inquieto, un piloto insaciable y un escritor genial. Así era Antoine de Saint- Exupéry. Su genialidad yacía en su curiosidad, que lo llevó a explorar el mundo y a verlo con los ojos de la imaginación. Fue en el Sahara donde concibió al Principito por primera vez. Consuelo conquistó su corazón en Argentina y la guerra lo desterró a New York. Pero una mente como la suya no haya paz en el exilio. Fue por esto que Antoine escribió el final de su historia en el Mediterráneo, donde su estrella se apagó para siempre.

Su historia es una digna de ser contada. Una vida marcada por la aventura y el amor que llenó el mundo de poesía, ensalzando la naturaleza del humano por encima del egoísmo.

De la productora beom.Entertainment, la cual se ha consolidado como una de las mejores en el sector; gracias a sus éxitos como “El Médico”, de Noah Gordon, se trata esta obra de una representación destinada al éxito. Cuenta con un equipo creativo que así lo verifica. Dirigido por Ignasi Vidal, quien nos trae a la vida al Principito, una metáfora del niño que todos llevamos dentro, pero el cual a veces cae en el abismo del olvido. El grupo Elefantes fue el encargado de la música. Shuarma, vocalista y compositor, también encarnó al Principito. Destacamos el excelente trabajo de ambientación, incluso antes del inicio de la representación, quienes con melodías de Jazz sazonaron la vida excéntrica de Saint- Exupéry. Si bien las letras llegaron a ser repetitivas, las melodías eran exuberantes y hermosas, llegando a crear momentos mágicos. Es notable además el efecto hechizante que tiene la música en directo, influyendo enormemente en la armonía general de la interpretación. Y qué decir de la escenografía. Pocos metros de escenario pudieron trasladarnos desde el Sahara hasta Argentina, pasando por New York y cruzando la Europa sitiada por la guerra. Un trabajo sin lugar a dudas poco menos que fantástico.

El electo estuvo formado por actores de primera que dieron vida a seres dispares y controvertidos. Javier Godino interpretó a Antoine de Saint-Exupery. Sin lugar a dudas supo personificar a un alma aventurera, pasional y con ganas de vivir una vida a plenitud, pero también nos mostró el lado más oscuro de una vida así, los demonios que hostigan hasta a los genios. Aida de la Cruz personificó a Consuelo Sunsín de Sandoval, amiga, amante, confidente y esposa. Una de las personas más importantes en la vida de Antoine. Hizo alardes la actriz no solo de un talento interpretativo intachable, sino también de una voz hermosa y vivaz, características que sintonizan con la naturaleza del personaje.

No podemos olvidar al resto del elenco, quienes realizaron un trabajo magistral interpretando a los diferentes personajes que orbitaron la vida del protagonista. Alberto Vázquez, Carmen Barrantes, Paula Moncada, Lorena Calero, Elías Pelayo y Víctor Massán.

Fue un placer disfrutar del estreno de una obra tan singular como esta, la cual seguro que seguirá mejorando y llegando al nivel de alto reconocimiento que se merece. Es una obra dirigida para todos los públicos pero que trasciende y busca recordarnos que todos llevamos en nuestro interior a un niño, un ser puro al que nos tenemos que aferrar sin importar las tormentas que azoten nuestra vida.

Crítica realizada por Darnell González

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