Se estrena en la Sala Margarita Xirgu del Teatro Español, Atentado, de Félix Estaire, con Eva Rufo, María Morales y Ángel Ruiz, en un thriller donde imperan los grises frente a los extremos de la escala de colores, porque todo es cuestión de perspectiva y de quien nos cuente la historia.
Un museo europeo. Una explosión y hombres armados liquidando a todo superviviente. Un hombre y una mujer (Ángel Ruiz y María Morales) se refugian en un cuerpo de limpieza oculto, para salvar sus vidas. Qué ha ocurrido fuera, cuándo podrán salir de alli sin correr riesgo, y cuáles serán las consecuencias de lo acontecido de lo que en esa habitación se hable, es lo que nos cuenta Atentado, con Eva Rufo como personaje que se mueve entre el pasado y el futuro, de esta extraña pareja confinada entre botes de amoniaco.
Hace ya tiempo pude asistir a la lectura dramatizada de Atentado en el teatro María Guerrero, a cargo de Ángel Ruiz y Eva Rufo, y poder presenciar la evolución de ese proyecto y ver la representación ya completa del mismo, ha sido una experiencia fascinante. Ahora si que este complejo texto de Félix Estaire funciona como un mecanismo perfectamente engranado, puesto en marcha por una magnífica dirección del propio Estaire y Xus de la Cruz, con los siempre soberbios Ángel Ruiz y María Morales, donde la me gustaría destacar la presencia e interpretación hipnótica de Eva Rufo, espectacular en todas sus breves intervenciones, cuyos grandes ojos, acentuados por una magnífica sombra de ojos que convierten esas dos ventanas en dos poderosos imanes, que hacen que su Natalie sea irresistible y magnética.
María Morales y Ángel Ruiz son dos maestros de la interpretación, dos camaleones en escena que en este intenso combate dialéctico, salen ambos como ganadores. Son muchos los dilemas morales que plantea el texto de Estaire, y quizás se juega con demasiada información condensada en 80 minutos, pero lo que en voz de otros podría haber pesado terriblemente, a cargo de este tándem maravilla, la tensión va creciendo en la sala, y ni siquiera los incondicionales coros de tuberculosos que pueblan los teatros de Madrid, se atreven a alzar sus magnas toses.
La sala Margarita Xirgu sufre una transformación radical que no había vuelto a ver desde el Furiosa Escandinavia de Rojano, y la escenografía a cargo del siempre certero Alessio Meloni es un prodigio evocador. El diseño de vestuario de Vanesa Actif debe ser remarcado y señalado, sobre todo el en poderío textil y estilístico del personaje de Eva Rufo.
Toda la propuesta de Atentado es lujosa y, reposada, no dejo de captar matices y referencias de la escenografía, los colores utilizados, que crecen en mi cabeza y redondean el hecho escénico. La reflexión que plantea Félix Estaire es poderosa e importante y ojalá sirva a la audiencia para reflexionar sobre la manipulación a la que estamos sometidos, aunque muchos ya hayan decidido estar sometidos a ese cómodo yugo de las fake news y el partidismo. Perspectiva, información, y reflexión, son la clave, y este texto merece una posterior revisión para convertirnos en mejores ciudadanos, o si no, al menos, en ilustres sordo-ciegos por voluntad propia.
Crítica realizada por Ismael Lomana
