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08.07.2019 Críticas  
La buena música nunca muere

El pasado 2 de julio llegó al Teatro Fígaro de Madrid la banda Beatlove, considerada la mejor formación tributo a los Beatles, para hacernos revivir las canciones más conocidas del cuarteto de Liverpool con una espectacular puesta en escena con el espectáculo Showbeat.

La afluencia de gente frente a las puertas del céntrico teatro un buen rato antes de que comenzara el espectáculo demostraba que John Lennon, Paul McCartney, Ringo Starr y George Harrison aún permanecen en el corazón de los amantes de la música. Quién les iba a decir que más de medio siglo después de la publicación de su primer álbum se les seguiría recordando como si no hubiera pasado el tiempo. ¡La buena música nunca muere!

Brillaba el sol, el calor apretaba y muchas personas ocupaban su butaca cerveza en mano para aplacar las altas temperaturas de estos días. Con el calor característico de la capital española de estas fechas, Madrid recibía la visita de esta banda nacida en Moscú en 2013. ¿Será verdad que la música refresca? Era un buen momento para comprobarlo aunque, es cierto, que asistir a un homenaje del grupo más influyente de todos los tiempos puede generar ciertos miedos y algunas dudas pero a lo largo de las dos horas –descanso incluido- que duró la velada, Showbeat demostró profesionalidad y talento por doquier.

Hicieron una entrada triunfal al escenario, enérgica, potente, como debe ser, todos ellos muy bien caracterizados con sus sobrias corbatas y clásicos trajes que hacían gala de la elegancia británica para dar paso, después de la pausa, al colorido y revolucionario vestuario que apareció en la imagen del Sgt. Peppers. Luego, regresaron al escenario con el estilo minimalista de la portada del legendario álbum Abbey Road. ¡No faltó nada!

Los Beatles usaron la moda como extensión a su música y Showtbeat demuestra que lo tiene claro porque cuidan hasta el más mínimo detalle. Saben caracterizar muy bien a los cuatro de Liverpool mediante sus rasgos más relevantes para que todo resulte más realista y creíble. Eso se tradujo en un público absolutamente entregado desde el primero momento, bailando y cantando las canciones más conocidas de los Beatles como She Loves You, Penny Lane, Yesterday, A Hard Day´s Night o Yellow Submarine y que se quedó con ganas de mucho más, pidiendo a gritos que tocaran otra y otra y otra…

Reían y hacían bromas entre canción y canción e incluso lograron convertir en humor algún pequeño problema técnico. Se les notaba muy cómodos, moviéndose con una soltura asombrosa sobre las tablas del Teatro Fígaro hasta cerrar la noche al ritmo de Twist and Shout, canción versionada por los Beatles e inspirada en las progresiones armónicas de La bamba; y es que supieron poner la guinda con un divertido final que logra levantar a todo el público para reclamar un poquito más. Fue la mejor manera de terminar la velada beatlemaniaca, dejando satisfechos a todos los fans y con las expectativas cumplidas. Además, cuando pusimos un pie en la calle la lluvia estaba fuertemente presente haciendo todo lo posible para refrescar el ambiente. Fue la prueba definitiva de que la mítica banda de rock inglesa debe estar presente en cualquier lista de reproducción veraniega.

Desde los más jóvenes a los más viejos: os recomiendo asistir a este homenaje a una gran banda que de verdad merece ser recordada por todo el mundo. Y es que no hay edad para los Beatles.

Crítica realizada por Patricia Moreno

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