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24.06.2019 Críticas  
La mejor pre-verbena que se puede tener

La noche del 21 de junio, días antes de la verbena de Sant Juan, Gerónimo Rauch presentaba un concierto en solitario en el Onyric Teatre Condal de Barcelona. Era la primera vez que el artista presentaba en la ciudad condal un concierto en solitario, lo que la expectativa fue sobrepasada con creces.

Gran afluencia de público esperaba atento al cantante en un teatro lleno casi en su totalidad. Mucha parte del público conoce como protagonista de los musicales pero, como pudimos comprobar, una gran parte del respetable lo conoce de su participación en el programa de RTVE «La mejor canción jamás cantada».

Acompañado del maestro Sergi Cuenca al piano, Gerónimo Rauch empezó la noche cantando la conocida Being Alive del musical Company antes de proceder a presentarse al público. Como él mismo indicaba, estaba sensiblemente nervioso. No quería hablar al público hasta acabar la segunda canción del repertorio marcado, pero la emoción le pudo y verbalizó que el concierto le hacía sentirse en casa. Anunció que iba a realizar un recorrido por el repertorio que ostenta, incluyendo canciones ya escuchadas y, otras, que aun no se había atrevido a cantar en público.

Seguidamente, el cantante de origen argentino, inició un pequeño homenaje a la música de cine con un medley de canciones de las películas de Ennio Morricone para, tras ello, dar un giro de 180 grados y cantar otro de canciones procedentes de su último disco «Porque yo te amo». Concretamente, sonaron «Yo soy aquel», de Raphael (con el que Rauch empezó a jugar directamente con el público) y «El Aprendiz», canción escrita por Alejandro Sanz y popularizada por Malú. Más tarde, el cantante interpretó varias canciones más de su último álbum como «Te quiero, te quiero» de Nino Bravo.

Antes de ello, Gerónimo Rauch mostró su parte de teatro musical cantando «The Music of the Night» y «Til’ I Hear you Sing»; de El Fantasma de la Ópera y su secuela Love Never Dies, respectivamente.

Y llegó uno de los mejores momentos de la noche. Gerónimo Rauch empezó a cantar el tema «Shallow», banda sonora del remake de «Ha nacido una estrella» interpretada por Lady Gaga y Bradley Cooper. Tras el mágico momento del principio de la canción en la voz de Gerónimo, apareció en escena Lydia Fairén, quien realizó las partes vocales de la chica protagonista de la película. Si esta colaboración por si misma no fue mágica, más avanzada la noche, el cantante invitaría a Daniel Anglès al escenario para cantar una versión del éxito de Mecano, «Hijo de la Luna»; canción también incluida en su último álbum en voz de Carlos Rivera.

Tras este pequeño momento Pop Español, Rauch decidió seguir un poco más en ello, recordando así su paso por el programa de RTVE «La mejor canción jamás cantada». Así, el público asistente pudo escuchar la versión del «Quédate conmigo» de Pastora Soler que el cantante realizó en el programa de RTVE y, por el cual, gran parte del público estaba allí esa noche. Y como lo fácil parece no caber en la lista de Rauch, el cantante decidió interpretar «Never Enough»; canción que forma parte de la banda sonora de la película The Greatest Showman.

En esta parte del concierto, la complicidad con el público en las introducciones de canciones había sobrepasado el nivel normal de un concierto en teatro. Las bromas eran constantes y el público las elevaba aun más si cabe. Cuando Gerónimo se encontraba tratando de explicar el siguiente medley de canciones que iba a realizar, un asistente del público pidió que ayudara a su hijo (el cual era fan suyo) y lo sacara al escenario a cantar. Tras unas pequeñas dudas, el cantante accedió y Andreu Roqueta salió a cantar la mítica «Empty Chairs and Empty Tables» de Les Misérables. Un regalazo para su 18 cumpleaños que, casualmente, era al día siguiente al concierto.

Tras ello, llegó la recta final del concierto en el que, ahora sí, el artista interpretó un medley de canciones de mujeres entre los que estaban «Over the Rainbow», «Big Spender», «All that Jazz» y «Defying gravity».

Finalmente, Gerónimo Rauch interpretó dos bises que no podían faltar: «El Sueño Imposible» de El Hombre de la Mancha y, el esperado «Sálvalo» de Les Misérables; cerrando la noche con un broche final perfecto.

Efectivamente, echamos de menos canciones de su primer álbum «Here, There and Everywhere» y, alguna de su último musical «El Médico». Aun así, el balance entre los diferentes géneros que el cantante domina estuvieron muy acertados. Ahora falta que Gerónimo Rauch no tarde tanto en volver a los escenarios catalanes. Ya tenemos ganas de verlo en alguna nueva producción de un gran musical. Quién sabe, a lo mejor, Daniel Anglès lo baraja como posible protagonista de Big Fish. Soñemos con ello.

Crítica realizada por Norman Marsà

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