En la noche de la Diada de Sant Jordi, la poesía de Maria-Mercè Marçal y Federico Garcia Lorca resonaba en las paredes del Onyric Teatre Condal de Barcelona para hacernos sentir la magia curativa de la poesía musicada.
El pasado martes 23 de abril, Barcelona vivió uno de sus días más icónicos: La Diada de Sant Jordi, el día del libro y la rosa. Una tradición preciosa a la par de agobiante si has paseado por el centro de la ciudad condal alguna vez.
Esta misma noche, y en una única función, Onyric Teatre Condal decidió programar el concierto Desnéixer, el primer (y esperemos que no último) proyecto conjunto de Elena Gadel y de Andreu Gallén. Un viaje emocional y sensible donde la poesía y la música se mezclan en un solo lenguaje. Un proyecto que emana sensibilidad, emoción y ese componente curativo de la música mezclada con la poesía.
Como Elena Gadel indicaba al inicio del concierto, los poetas Lorca y Marçal tienen muchos vínculos en común. La manera de afrontar el deseo, la homosexualidad, el anhelo de libertad, la muerte trágica y precoz… Entre ellos (y a través de ellos), pudimos notar un vínculo existencial y mágico que llenó de emoción las paredes del teatro.
No solo la música de Andreu Gallén (acompañado magistralmente por Toni Pages, Ernest Martínez, Albert Abad y Guillermo Prats) y la voz de Elena Gadel nos hicieron disfrutar de un fantástico espectáculo; sino que, junto al sexteto musical, pudimos disfrutar de la maestría recitativa de la actriz Mónica López. Su recitar hipnótico, expresivo y seductor nos adentraba, más aún si cabe, en un viaje emocional y sensible que mezclaba música y poesía. Un espectáculo encantador, maravilloso y sensible nos trasladó como espectadores a una sensación de evasión y sosiego que hacía tiempo que no sentía en un teatro.
Como Andreu Gallén indicaba, Desnéixer es un espectáculo surgido de la necesidad de explicar emociones a través de la palabra poética y la música. Una forma de trasladar al escenario la poesía de dos grandes autores de una forma más cercana.
Es cierto que en Sant Jordi se venden muchos libros y, efectivamente, la mayoría son novelas. Pero tenemos grandes autores y autoras de poesía cuyas creaciones pueden hacernos sentir realizados y comprendidos de una forma totalmente inesperada; tal como se demostró sobre las tablas del Onyric Teatre Condal.
El primer proyecto conjunto de estos dos grandes artistas de la escena catalana se convirtió, de forma inesperada, en algo mágico. Un pequeño proyecto, lleno de grandes textos, grandes personas y grandes sentimientos que trasladados al público hicieron que este saliera feliz y renovado del teatro.
No sé si Desnéixer volverá a las tablas de algún teatro o sala de conciertos dentro de poco (algo que creo necesario). De no ser así, espero que el tándem Gadel/Gallén vuelva a crear un nuevo proyecto en conjunto. A fuego lento, como ellos saben. Tomándose el tiempo necesario para conseguir impactar al respetable de una forma sencilla y sincera.
Crítica realizada por Norman Marsà
