novedades
 SEARCH   
 
 

18.03.2019 Críticas  
Maura madre

No es frecuente ver a Carmen Maura sobre las tablas de un teatro, así que el solo hecho de su presencia es suficiente aliciente para acercarse al Infanta Isabel a ver La Golondrina. Un texto de Guillem Clua, dirigido por Josep Maria Mestres, que confronta dolores y secretos. Una golondrina que alza el vuelo por encima de los prejuicios.

Amelia es profesora de canto. Mujer madura, de gesto serio y carácter duro. Ramón, acude a ella en busca de clases. Quiere cantar en el aniversario de la muerte de su madre y necesita algunas clases para depurar su técnica y no hacer el ridículo. Pronto, todo eso pasa a un segundo término cuando descubrimos que ni hay aniversario de la muerte de la madre y que Amelia tiene mucho más en común con Ramón de lo que ella jamás podrá imaginar. Difícil contar más de la trama sin hacer un spoiler imperdonable. La Golondrina es el tema de la canción elegida, y esa canción descubrirá secretos hasta ese momento no verbalizados.

En escena Carmen Maura y Félix Gómez mantienen el equilibrio en un ring de dolor y confesiones. Alessio Meloni diseña una escenografía realista. El salón presidido por un piano y estanterías de recuerdos. El gran cielo del fondo que se transforma en tormenta es muy Meloni. La Maura se deja ir. Una mujer de fuertes convicciones que tendrá que asumir errores y enfrentarse a su mayor demonio, ella misma. Félix Gómez está correctísimo en la réplica. Es el detonante de una cascada de emociones hasta ese momento ocultas.

Donde el texto cobra interés es en los momentos de confrontación sobre la gestión del dolor. Sobre apoderarse del dolor ajeno. La empatía, el respeto por la manera de sobrellevar un momento trágico. Cada uno con sus ideas, sus razones, sus tripas. Nadie puede sentir igual que el que tiene enfrente. Un mismo hecho salpica las vidas de muchas personas. No se puede imponer un mismo rasero de dolor a todos. Ahí está la grandeza y moraleja del texto de Guillem Clua. Previsible hacía el final, pero para nada carente de emoción, aunque eché de menos alguna tuerca algo más sólida.

El montaje se sostiene en un equilibrio de melodrama clásico. Maravillosa la Maura cuando hace de Maura, un poco más frágil en los momentos dramáticos. Pero ver a la Maura es mucho ver, y merece la pena, dan ganas de abrazarla y echarse unas buenas risas con ella.

Al final, el mensaje de respeto cala en la platea y afloran no pocas lagrimas entre el público. Señal de que el melodrama tiene los mimbres del género. Aunque me hubiera gustado algo más de sutileza en el mensaje reconozco que el efecto se consigue y que La Golondrina tiene por delante un futuro de éxito allá donde vaya. Melodrama, secretos, madres, confesiones, perdón, ponerse cara a cara con la verdad. Eso es La Golondrina.

Crítica realizada por Moisés C. Alabau

Volver


CONCURSO

  • COMENTARIOS RECIENTES