El Teatro Alfil de Madrid se viste de Cabaré a la gaditana, una función que apuesta por sacar a la chirigota del contexto del carnaval y disfrutarla en cualquier momento. Tres mujeres en la piel de diferentes personajes cantan melodías conocidas con letra modificada y se atreven con prosa y verso carnavalesco. Falta de complejos, descaro y naturalidad en escena.
Después de su experiencia con la compañía Chirigóticas, Ana López Segovia, Alejandra López y Rocío Segovia se embarcan en esta su primera producción inspirada en los repertorios de la chirigota Las Niñas de Cádiz. El pasado 27 de diciembre estrenaron, a sala llena en el mencionado espacio madrileño, este Cabaré a la gaditana que se define a sí mismo como mezcla de teatro, música y humor. Su propuesta es honesta y ofrece lo que se espera de ella: risas, crítica y parodia de la actualidad.
Desde embarazadas de obreros de la construcción a la fuga, a un trio de veganas o a madres de rulo y albornoz. Las protagonistas presentan, con sencillez y sin pretensiones, un catálogo de personajes, tan típicos como surrealistas, que también tienen tiempo para hacer un repaso por perfiles históricos (como el de Juana “la Loca”o Cleopatra) y políticos (como Angela Merkel). Todo parece tener cabida en una construcción que defiende su sucesión de sketches musicales, a la española, como una forma de hacer humor muy nuestra que merece la pena explotar en mayor medida.
De fuera de nuestras fronteras importamos fórmulas como la stand up comedy, fórmulas que se han extendido y erigido como exitosos géneros internacionales. Pero esa manera de hacer humor basada en dirigirse directamente al público, hablándole de tú a tú de cuestiones del día a día, también está presente en tradiciones con tanta historia como la chirigota. Una vez visto Cabaré a la gaditana uno se pregunta por qué no existen más propuestas que traigan este tipo de humor en directo a otros rincones del país. Probablemente si el resultado es coherente, y sobre todo si las composiciones tienen gracia, los proyectos funcionarían tan bien, o incluso mejor, que como funciona este espectáculo sencillo que te transporta directamente a las calles Cádiz.
Crítica realizada por Raquel Loredo
