novedades
 SEARCH   
 
 

21.12.2018 Críticas  
El Grand Slam de Rossini

El Auditorio de Tenerife puso en escena la ópera de Rossini, Il viaggio a Reims. Gracias al Festival de Tenerife, disfrutamos de una adaptación moderna a cargo de Stefania Bonfadelli; e interpretada por cantantes del programa Ópera (e)Studio, que han formado parte del tercer título de la temporada de la Ópera de Tenerife.

El accidentado viaje a ninguna parte de un grupo de aristócratas se ve truncado y son obligados por el azar a la reclusión en un hotel balneario. He aquí, de forma sucinta, el argumento de este Viaggio a Reims, una magnífica ópera bufa que es transformada por Stefania Bonfadelli en una suerte de circuito de tenis. Los protagonistas, deportistas amateurs; aunque no por ello menos apasionados por este deporte, convergen en una “tennis clinic” de los años ochenta para dirigirse a Reims, donde jugará el gran adalid del tenis francés, Carlos; que ocupa, por pura casualidad, el décimo puesto en la clasificación mundial de tenis. No terminarán su viaje a Reims, pero disfrutarán de su estancia en el Lys- d´Or.

Bonfadelli aborda esta obra por primera vez; si bien la ha interpretado en numerosas ocasiones, como directora de escena, orientando su perspectiva a la creatividad. El autor creó una cantata para los y las mayores intérpretes de su tiempo, dejando opacada la dramaturgia. Sin embargo, Bonfadelli le da un nuevo y refrescante contexto a la obra. Aprovechando el carácter internacional, así como una pasión que los une, hilvana una trama llena de fuerza, actualizando así esta ópera. Sustituye entonces el deseo vehemente de homenajear a un líder, por una pasión que cruza fronteras y que une a gente de todo el mundo en la sociedad moderna: el deporte. Logra así adaptar una obra clásica de manera magistral, haciendo posible tanto a jóvenes como a mayores el envolverse, o incluso verse reflejado, en los personajes y en la trama.

Del extenso y maravillosamente ensamblado reparto cabe destacar, sobre todo, la interpretación de tres voces. La soprano Alexandra Grigoras que interpretó a Madame Cortese, mostró un canto marcado por notas agudas magistralmente controladas, sobretodo en las más elevadas, así como en el uso del trino que caracterizan al personaje, demostrando una calidad exquisita en la interpretación. La mezzosoprano Aurora Faggioli, que dio voz al personaje de la Marquesa Melibea, sobresalió con una interpretación redonda, muy bien elaborada, en especial en su dueto con el Conde de Libenskof, interpretado por el tenor Francesco Castoro; quien destacó sobre todas la voces masculinas.

Notabilísima interpretación en escena de Giuliana Gianfaldoni, en el papel de la poetisa Corina. Interpretó un aria hermosa fuera de escena, con una notable proyección tímbrica, con la que hipnotizó a los presentes. Fue, además, la encargada de cerrar la obra interpretando un último aria, en el que cantó “Carlos X, Rey de Francia”, con la que magistralmente contextualizó una escena llena de sentimiento.

La dirección musical de Yi-chen Lin tuvo la virtud de enfocar con excelencia la obra e interpretación de los cantantes. Un trabajo deslumbrante por parte de esta joven, que ha sabido elevar la interpretación.

Una brillante adaptación de una ópera bufa clásica de Rossini, considerado por muchos como una de sus obras más exigentes, así como su última en italiano; que no ha dejado indiferentes al público. Merecida ovación con al que agradecimos tan excepcional interpretación.

Crítica realizada por Darnell González

Volver


CONCURSO

  • COMENTARIOS RECIENTES