El hombre y la mujer diciéndole a la voz de la sociedad que ellos no han elegido el papel que esta les marca: eso es Factor limitante, una reflexión abstracta acerca de las cadenas que atan a ambos sexos en forma de clichés castradores que todos contribuimos a alimentar. Cada miércoles Teatro Intemperie alza este grito expresivo y complejo a favor la libertad individual.
Si todo texto teatral es una obra inacabada hasta el momento de su representación ante un público, Factor limitante lo es por partida triple. Sus tres actos poco o nada tendrían que decir si no es por el trabajo de sus actores que dan sentido a la dramaturgia y dirección de Yolanda Vega. Lo que comienza como un entramado de diálogos laberínticos y oscuramente ambiguos va tornándose en crítica visual perfectamente descifrable sobre las cajas en las que catalogamos a hombres y mujeres. Sobre esos espacios estancos azules o rosas en los que les clasificamos, desde antes de nacer, y que les apresan hasta el día de su muerte. De todo esto invita a pensar esta obra negra que subraya que nuestros tatarabuelos, bisabuelos, abuelos, padres y hasta nosotros mismos hacemos más pesada cada día esa carga que también pasamos a nuestros hijos: aquellos que tampoco tienen culpa de nacer en ninguna rueda sexista.
Dramática y doliente así es Factor limitante. Chema Abellón, Eliana Santander y Vanessa Morr miran a los ojos del público destrozando la cuarta pared para involucrar a cada espectador, para hacerle ver que la construcción simbólica está hablando de ellas y ellos. No falta algún toque de humor ácido que pone un espejo ante la falsedad en la que vivimos. Al final el conjunto llega a algunos puntos en los que consigue emocionar: especialmente en sus reflexiones acerca de la angustia femenina ante la etapa de la maternidad o, más bien, ante la obligación universal que parece empujar a la mujer al alumbramiento como única opción de vida posible. Impecable Vanessa Moor encarnando toda esta maraña de angustias con la misma naturalidad que el resto de sus compañeros de reparto.
Factor limitante consigue remover al público con su enredo de reflexiones acompañadas de un ambiente cargado de efectos sonoros de la mano de José Ramón Arredondo: sus sonidos traen a escena desde un bebé a un tren con tan solo el uso de la voz o la ayuda de elementos sencillos como la arena o una botella. La obra ofrece ochenta minutos de provocador ensayo existencialista contemporáneo. Factor limitante es off Madrid comprometido, off Madrid interesante.
Crítica realizada por Raquel Loredo
