Inspirada en brutales sucesos de actualidad como el caso La Manada o el de la joven de Benicàssim, La chica de la gasolinera reflexiona sobre los sentimientos y la situación que sufre una mujer tras ser víctima de una violación en grupo. Cruda y necesaria construcción dramática que puede verse en el espacio madrileño Microteatro por dinero.
Aina de Cos escribe y dirige esta obra, su creación más personal según confiesa, destinada a remover la conciencia social ¿Qué tratamiento recibe la víctima de un delito sexual? ¿Se desconfía de ella por sistema? ¿Qué hay detrás de preguntas del estilo: bebiste mucho la noche de autos, por qué te hiciste la muerta o cómo eran de cortos tus pantalones ese día? A través de dos personajes femeninos la historia de La chica de la gasolinera invita a pensar en estas y otras muchas preguntas relacionadas ¿Sirve de algo el supuesto amparo que le ofrece a la víctima esa justicia que le asegura que “todo irá bien”? ¿No es “todo irá bien” una frase hecha y por tanto vacía y sin significado? La pieza sumerge al espectador en una rueda de reconocimiento policial: una joven abrumada por traumáticos recuerdos intenta identificar a sus agresores.
La autora aprovecha a favor las características de las pequeñas salas de Microteatro. Los 15 metros cuadrados le sirven a Aina de Cos para, por un lado, subrayar la sensación asfixiante que ahoga a su protagonista y, por otro, para conseguir implicar al reducido grupo de espectadores convirtiéndolo en parte de la historia. Una manera de gritar que toda la sociedad es parte activa en la forma en la que se trata a las víctimas y, por ello, debe ser consciente de la necesidad que estas tienen de protección.
El público se sitúa literalmente en el punto de vista de los sospechosos en la rueda de reconocimiento. Poco a poco se va sembrando el terreno para la reflexión ¿quién está juzgando a quién? ¿Acaso no es la víctima la que realmente acaba observada por todos? ¿No está ella sola e impotente frente a una mentalidad patriarcal que parece colectiva? El interés de la propuesta se centra en su capacidad para abrir este y otros debates sugiriendo diferentes interpretaciones.
La chica de la gasolinera ha obtenido el Premio Teatro de Bolsillo de Ciudadela 2018 y ha sido seleccionado para el III Festival del Teatro Español que se celebra en diciembre en Atenas. Actualmente se representa en Madrid con doble reparto: Neus Cortés / Lucía Sánchez o Carolina Clemente / Arántzazu Ruiz (esta última autora y directora de La Entrega, que se presentó también en Microteatro durante el pasado mes de julio).
Este texto breve que conecta la escena con la reivindicación y con la actualidad, en tan solo 15 minutos, se puede ver durante todo el mes de septiembre (de miércoles a viernes a partir de las 20:30h y sábados a partir de las 19:30h) en el céntrico Microteatro por dinero.
Crítica realizada por Raquel Loredo
