Es un clásico ya de todos los años, para el Grec Festival de Barcelona, poder asistir a algún concierto en el Jamboree Jazz Club, la pequeña sala situada en la Plaça Reial de Barcelona. Un espacio que cuenta con un largo recorrido en el panorama de la música barcelonesa y que lleva funcionando más de medio siglo ofreciendo dos pases diarios ininterrumpidamente los 365 días del año.
Por la Jamboree han pasado leyendas internacionales del jazz pero también músicos que se han formado en esa cava metropolitana y que ahora exportan nuestra música a otros países.
Este año, y siendo que el Grec 2018 ha dirigido su mirada al Oriente, la Jamboree nos ha dado a conocer al Natsuko Sugao Group, liderado por esta trompetista japonesa afincada en Barcelona desde hace 16 años y que le da nombre a la banda. Aprovechando la promoción de su segundo trabajo “La danza de una luz”, el concierto nos introduce un trabajo con sello propio y que se crea partir de la emulsión de las bases del jazz, la música clásica y la música tradicional japonesa de la propia compositora.
En el concierto que tuvo lugar el pasado martes 31 de agosto, cinco músicos acompañaron a Natsuko Sugao en la interpretación de diversos temas, tanto del disco actual como de su primer disco “Sakura”. Alguno de esos temas aún no están grabados o no tienen siquiera título, pero que fueron defendidos con soltura y calidad musical, impregnando así las paredes del Jamboree de este estilo que se percibe como particular dentro de los estándares en los que se basan.
Además de la trompeta, sonaron la trompa de Iván González, el saxo tenor, el saxo soprano y la flauta de Jordi Santanach, la guitarra eléctrica de Enric Peinado, el contrabajo de Marc Cuevas y la batería de Josema Martín. Todos ellos funcionando bajo la batuta de la Sugao, a quien veíamos disfrutar de sus creaciones en las manos de sus compañeros.
Así pues, en forma de sexteto, pudimos escuchar en directo temas como “Blues for my sisters” u “Hombrecito verde”, con un ritmo que nos evocaban al más puro estilo de jazz neoyorquino. Pero también hubo lugar para composiciones más melódicas como “Waltz for Assu” o el último tema, “Preludio”, donde Natsuko deja en libertad su yo interior para ofrecernos una composición ‘jazzística’ más alternativa, con aroma a electrónico y notas sampleadas, pero manteniéndose fiel a la base que representa su grupo.
Su familia y la cultura oriental ejercen una fuerte influencia en los temas que Natsuko Sugao fabrica, así como alguna de la música contemporánea de su país, por la que en particular yo siento afección. Quizá por esa razón, además de ser amantes del jazz, disfrutamos especialmente este concierto. Y quizá también por eso, cuando ella pidió tímidamente al público que, tras la función, le diéramos posibles nombrea al tema que aún no había bautizado, mi amigo y yo no dudamos en compartir nuestras ideas: “Lavender Prairies” fue mi opción y “Los amigos de mi gato son mis amigos” (con historia incluida) fue lo que ese tema le inspiró a mi amigo.
Un año más hemos podido disfrutar de poder tener parte del Grec alojado en el Jamboree, pero la sala sigue funcionando cada día. Si nunca han estado, háganse un favor y vayan a cualquiera de los conciertos que ofrecen si es que quieren vivir realmente una experiencia musical especial en el corazón de Barcelona.
Crónica realizada por Diana Limones
