Del 5 al 15 de julio el Teatro Cofidis Alcazar de Madrid acoge En mis trece 2.0, un monólogo de Millán Salcedo hilado por anécdotas y chascarrillos de su etapa como integrante de Martes y Trece. Imágenes del pasado y memes de la actualidad para los fans más fans de Millán.
Con todos sus guiños, juegos de palabras y gags típicos el humorista, con más de 30 años de carrera a sus espaldas, vuelve a mirar al pasado para tirar de sus clásicos. Pero, salvo alguna canción marca de la casa, Millán no repite sketches sino que los usa para rememorar momentos, y explicar situaciones vividas cuando su fama alcanzó lo más alto. Entre medias el humorista intercala, con cierto cuidado y sin ánimo de herir sensibilidades, algunos chistes que hoy chocan si se sacan de contexto pero que su público le permite y le reclama.
¿Por qué 2.0? Porque el show habla también de la redes sociales. Riéndose de sí mismo, Millán comenta que ha escrito el guión de este En mis trece en base a lo que le han pedido sus seguidores, la comunidad completa de sus 26 seguidores. Mientras conversa con el pianista Marcos Cruz (y con el ente digital Siri) el ex Martes y Trece parodia a famosos y personajes públicos en su personal repaso primario de la actualidad.
Utilizando una pantalla como apoyo audiovisual y algunos bártulos de los bazares chinos como aderezo el humorista provocó la risa de sus incondicionales, que no eran esos 26 de los que él hablaba sino que llenaban la platea más que holgadamente. Se puede decir que Millán puso una mierda en escena y se la arrojó a la cara a los presentes, porque, al margen de cualquier crítica, esto fue literal: un globo gigante con forma del popular emoticono de la mierda de WhatsApp tuvo su momento de protagonismo flotando entre los sonrientes espectadores del patio de butacas. Una noche de estreno muy aplaudida en el Teatro Cofidis Alcazar.
Lo último de Millán ofrece más de una hora y media de show que incluye algunas curiosidades ya publicadas en aquel libro titulado En mis trece: esta no es la historia de Martes y Trece (Editorial Aguilar, 2003): como por ejemplo, cómo surgió lo de Encarna y la empanadilla de Móstoles, sketch que le persigue desde los ’80 y cuya peluca característica luce aún orgulloso.
En mis trece 2.0 es un monólogo que deja el regusto melancólico del “te acuerdas de…”. Una manera de que el público fiel, agradecido e interesado en Millán recupere el espíritu y las batallas del que fue en su día parte del dúo cómico más popular de nuestro país. Un espectáculo que parece decir: pasen y recuerden cuánto se reían con Martes y Trece.
Crítica realizada por Raquel Loredo
