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14.06.2018 Críticas  
They Love Queen y nosotros también

Yllana asume la dirección de We Love Queen, un espectáculo de tributo y admiración a la famosa banda y a Freddie Mercury, que nos permite rescatar su esencia y recordar, tararear y cantar sus canciones por algo más de hora y media, esta vez en el Teatre Coliseum de Barcelona. 

El espectáculo se abre con unos monjes bailarines que a modo de canto gregoriano entonan a coro las primeras líneas del We Will Rock You y se acercan a un escenario que nos recuerda a una gran catedral donde tendrá lugar el tributo ante el que nos hallamos. Sobre unas escaleras vemos a Enrique Sequero ataviado con una sotana brillante, de la que se desprende para quedar en un traje algo más rockero y poder interpretar con mucha pasión A Kind of Magic, siempre rodeado del cuerpo de baile. Y así se da comienzo a la primera parte de concierto, en la que Enrique Sequero nos cuenta anécdotas relacionadas con Queen y también algunas en referencia a su admiración por el grupo, además aprovecha para interactuar con el público en todo momento, poniendo colofón a esta introducción interpretado Somebody to Love. Es en esta pieza cuando Manuel Bartoll hace su primera aparición, sorprendiendo a todos con su gran calidad vocal, de un parecido más que notable al mismísimo Freddie.

Tras esto, vemos a Manuel Bartoll comenzar a interpretar I Want to Break Free ya vestido como Freddie en sus conciertos y así ya sentimos la sensación de estar metidos de lleno en el espectáculo. Por su puesto, en este número no podía faltar la aparición de Sequero, bailando con el mítico aspirador y ese conjunto con minifalda negra, tal como lo lucía Freddie Mercury en el famoso videoclip.

Y así, continua el concierto, con otras tantas legendarias como el I Want It All, en medio de un espectacular juego de luces y chispas en el escenario; Another One Bites the Dust, implicando al público en una divertida coreografía o la interpretación a dúo de Under Pressure, para así acercarse al punto más culminante de este tributo con The Show Must Go On. En esta canción Bartoll demuestra sus tablas sobre el escenario y lo da todo, desbordando una calidad vocal con la que no podemos evitar recordar a Freddie Mercury y que pone unánimemente a todo el público en pie.

Nos acercamos a la segunda mitad del espectáculo con temas como Don’t Stop Me Now, bien cargado de energía; Innuendo, también interpretado a dúo o el emotivo Who Wants to Live Forever, muy bien acompañado por los bailarines y como no, con unas pequeñas luces que nos recuerdan a las velas que portaban los miembros del coro en la interpretación original de Queen.

Así pues, el concierto empieza poner el cierre con la imprescindible Bohemian Raphsody, mostrando una puesta en escena muy divertida a cargo de los bailarines en la parte más coral de la canción y concluyendo con Friends Will Be Friends. Aunque, obviamente, ningún tributo a Queen que se precie, puede dejarse We Are the Champions, que interpretaron como bonus y que reflejó el gran nivel interpretativo que caracterizó todo el espectáculo.

Cualquier homenaje a una banda tan mítica como Queen supone un gran reto y en este caso, We Love Queen, consigue superar ese riesgo, estando a la altura de semejante desafío y ofreciendo un espectáculo de gran disfrute para todos los admiradores de la música de la banda liderada por Freddie Mercury.

Crítica realizada por Ada Morelli

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