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05.02.2018 Críticas  
Human kindness desert you…

El coreógrafo Jefta Van Dinther ha llegado al Mercat de les Flors con Protagonist, su segunda colaboración con el Cullbergbaletten. Una pieza que sabe como combinar un trabajo físico implacable con los distintos elementos escénicos para ofrecer un resultado entre hipnótico y catártico. Siempre estimulante.

Individuo versus comunidad. La autoría de Van Dinther es transversal y abarca coreografía, dirección y texto. Un trabajo que impacta precisamente por su capacidad de profundización y de simbiosis dramatúrgica. Es realmente impresionante comprobar cómo siempre y en todo momento sucede algo en escena. Un algo hecho de movimientos individuales que se manifiestan e interactúan consiguiendo una verdadera conversación psicosomatizada que desemboca en coreografía. La relevancia de las emociones y su manifestación física se han captado a la perfección y se han sabido vehicular a través de la disciplina de la danza y un apasionante diálogo entre forma y fondo.

Hablábamos de forma. El diseño de escenografía de SIMKA, de iluminación de Minna Tiikkainen y la asistencia en el vestuario de Marita Tjärnström se erigen en estandartes de la propuesta del coreógrafo. Los dos primeros consiguen que el vació escénico necesario para que los cuerpos puedan expresarse adecuadamente y la focalización y tonalidad cromática para mostrar cada estado y eslabón entre el aislamiento individual y la convivencia en comunidad se sucedan en escena. La oscuridad se convierte en potente alegoría de esta parábola escénica. El gran hallazgo en este apartado es cómo la iluminación consigue modificar el plano visual y la trayectoria natural de nuestra mirada. La aparición de un artefacto lumínico en horizontal y naciente desde el tablado escénico ayuda también a que la narración avance, puesto que la diferenciación entre los cuerpos elevados por la luz y los que no es muy potente. A su vez, Tjärnström consigue favorecer la interpretación de cada bailarín aportando la creación de una identidad propia y potenciando sus especificidades físicas. Al mismo tiempo, todas las piezas conviven en un contexto de hileras, estrías y asimetrías muy alineadas con el resto de la propuesta.

Párrafo aparte para la música y el diseño de sonido de David Kiers y la voz de ELIAS (Elias Sahlin). La presencia de canciones del segundo como “Revolution” o “Inseparable” conviviendo con el texto de Van Dinther supone una explosión expresiva. En un principio parecerá que la coreografía persiste en expresar a través del movimiento corporal las mismas ideas expresadas en los parlamentos reproducidos en off para, progresivamente, manifestarse más libremente. El uso del texto hablado serviría para delimitar tanto la estructura de la función en distintos cuadros como para balancear de un modo muy original los silencios verbales y físicos. La ausencia de movimiento en algunos momentos clave manifiesta el gran talento comunicador de Van Dinther, que consigue coreografiar hasta la omisión silente o afásica de los individuos. También la nuestra. Silencio como interpelación directa al público, manifestado a través del mutis de los cuerpos y de la modificación de la dirección de los focos.

Y, por supuesto, Protagonist contiene una interpretación de los 15 integrantes del elenco imprescindible para su éxito. La adecuación física está fuera de toda duda. Las aptitudes de todos ellos, tanto para la creación colectiva como para la ejecución individual y conjunta, siembran una labor que arraigará y florecerá durante el tiempo que dura la representación. Energía imparable a través de movimientos anestesiados y robóticos combinados con otros mucho más terrenales. Sorprende la ocultación de un sistema estructurado o jerarquizado. Nada parece sistemático u organizado en una coreografía en la que todos demuestran una memoria física envidiable. A destacar, dentro de un reparto excelente, la potencia de Vincent Van der Plas y Adam Schütt.

Finalmente, celebramos la integración plena de todos los actores y factores que intervienen en la puesta en escena de Protagonist. Por separado, las creaciones de Van Dinther y el Cullbergbaletten suelen ofrecer puntos de vista y contenidos muy interesantes. Juntos, propuestas no sólo a tener en cuenta sino que facilitan herramientas para comprender la presencia, potencia y utilidad de la danza y su manifestación a través de las tendencias performativas más vanguardistas.

Crítica realizada por Fernando Solla

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